En las primeras horas de la mañana de este domingo estalló el pueblo de Baradero a raíz de un hecho más de impunidad. Una camioneta de la policía de tránsito de la ciudad perseguía a dos jóvenes menores de edad por una intrascendente falta de tránsito, los atropelló, y los muy asesinos siguieron su marcha para dar la vuelta a la manzana y llegar “a ver qué había sucedido!!!”. En pocas palabras, un caso Pomar más, como los miles que suceden en el país a diario. Pero el enemigo tuvo mala suerte en esta ocasión: un grupo de jóvenes vió todo lo sucedido, atacó a la policía y el pueblo explotó.
En una actitud verdaderamente insurreccional no vacilaron un instante en dónde tenían que golpear. Miles de personas movilizadas incendiaron en su totalidad la Municipalidad atacaron la comisaría y la división de tránsito, al mismo tiempo que destruyeron la radio y las casas de los asesinos.
Hasta el momento de esta nota el pueblo de Baradero está movilizado en las calles y la burguesía mueve tropas de infantería desde San Nicolás, Pergamino y Junín para intentar algo pues las fuerzas represivas aún no han atinado a reprimir. ¿Será acaso que tienen en claro que este incendio no se puede apagar con nafta? Pero aquí habría que hacer una salvedad, la lamentable actitud de los medios nacionales como Grupo Clarín y C5N que tratan a nuestro pueblo de turba y que se pasaron toda la mañana pidiendo la represión a gritos.
Estos hechos de Baradero hay que ubicarlos en el contexto de la huelga por atraso en los pagos y aumento salarial que duró toda la semana pasada de los trabajadores municipales, como tampoco podemos olvidar que la municipalidad para recaudar más generó una especie de persecución fascistoide a las faltas de tránsito (de hecho, en el corralón municipal, en una ciudad de 30.000 habitantes, hay depositadas más de 3.000 motos). Las demandas salariales, el costo de la vida y la impunidad del poder son el verdadero mar de fondo que explica la reacción de las masas.
Una vez más nuestro pueblo marca el camino. Este hecho no está aislado del estadío y rumbo que va adquiriendo la lucha de clases y cuál es el camino que nos queda a los argentinos. El descrédito a las instituciones burguesas es total y basta tan sólo un hecho que sirva de detonante para que las cosas se expresen y manifiesten tal cual son. Nuestro pueblo así como vive no quiere vivir más, y la burguesía no puede salir de su propia inercia: la acumulación de la ganancia, la incapacidad y desprecio a nuestro pueblo. Las confrontaciones como las de Baradero es lo que se avecina inexorablemente.