Nuevamente Bariloche es noticia, y no por el turismo, esta vez es por el saqueo a supermercados.
El gobernador de Rio Negro dijo al respecto que veía una “clara intencionalidad política” ya que “se pudo ver en las imágenes que se llevan electrodomésticos y no artículos de primera necesidad”.
Cuando dicen «intencionalidad política» se refieren a que «otro partido político» con fines electorales, envía gente pagada para provocar desmanes, negando con esto que la situación haya sido provocada por la necesidad y la pobreza.
Respecto a que «se llevan electrodomésticos», todos sabemos que en estos momentos se están cambiando por 500 a 1.000 pesos para comprar algo más, imperiosamente necesario, que ese electrodoméstico en cuestión. Esto es parte del país real que intentan ocultar y les explota en la cara, muestra la degradación de este sistema putrefacto y los desnuda más aún.
Entonces… ¿qué ocurre en Bariloche?
Es una ciudad para el turismo, incluido el internacional, construida a la vera del lago Nahuel Huapi, ofrece al visitante amplias comodidades hoteleras, excursiones, práctica de esquí, etc. Para ello mueve un ejército de mucamas, conserjes, cocineros, jardineros etc. que en algún lugar deben vivir: viven en la ladera de un cerro donde también está el humeante basurero a cielo abierto que recibe todos los desechos que allí se generan.
Los habitantes del Alto tienen horario para bajar a la ciudad y para volver a sus hogares, si lo hacen fuera de esos horarios la policía los persigue, los interroga, los encarcela, etc. El etc. puede ser: los balea, los tortura, los desaparece.
Nada dicen hoy los medios de la burguesía sobre esto. Una vez más salen a desfigurar la realidad pero quedan como un mamut en un pantano, extorsionándonos a todos para no hablar de lo que hay que hablar: de los miserables salarios que pagan, de la indignidad y de la pobreza, de las calamidades a las que estamos expuestos como pueblo.
La alta burguesía dueña de los complejos hoteleros en el sur, de las mejores tierras en lugares que son una verdadera postal, no vive en Bariloche; sólo una pequeña y mediana burguesía dedicada a la administración de los negocios vive en esa ciudad.
La burguesía monopolista quiere que “SU” ciudad sea inmaculada, que nada perturbe al turista, que ningún pobre se acerque a mendigar, porque mostraría la otra Bariloche la de la marginación, la pobreza y el hambre.
De vez en cuando, los que viven en el getto del Alto, bajan sin permiso… Y allí aparece, en su máxima expresión, el dolor profundo que se lleva adentro; y la marginación, el desprecio y el ultraje al que se ven sometidos los 365 días del año.