La prensa burguesa realiza un “selectiva selección” de noticias, es decir, “informa” a su antojo y cuando de una lucha de trabajadores se trata, buscará ocultarla todo el tiempo que pueda. Así ha pasado con el reclamo de los trabajadores portuarios, en Rosario; cuando en plena cosecha, las exportaciones de soja están paralizadas hace prácticamente una semana, en el principal complejo de granos del país, como consecuencia de una huelga.
La protesta se inició la semana pasada –prolijamente silenciada por los medios «nacionales»- en el Puerto General San Martín, ubicado a 28 kilómetros al norte de Rosario y muchos de los 5.000 camiones que se habían acumulado en el área tuvieron que ser desviados hacia otras terminales. Cada día de paro significa que los monopolios dejan de exportar unas 100.000 toneladas de granos, aceites y derivados.
Cuando la “noticia” irremediablemente llega a los medios, se la plantea como un «un conflicto de precios entre dos empresas, una de ellas presentada como cooperativa», porque incluido en el reclamo está el pedido de un alza para las tarifas de los servicios que presta La Cooperativa de Trabajos Portuarios. Pero lo que se soslaya es que son los trabajadores quienes se han puesto al hombro la protesta y los cortes, y que en ella reclaman ya un aumento en los salarios.
El conflicto no pudo ser destrabado por ahora ni con la participación directa del Gobierno nacional.
El reclamo de los estibadores se basa el la despiadada inflación que golpea los bolsillos de los trabajadores, a “contrapelo”, o mejor dicho, «gracias» a las millonarias ganancias que acumulan las grandes empresas exportadoras.
Los trabajadores bloquearon los accesos a muchas de las terminales de la zona, desde donde parte el 85% de los embarques agrícolas del país. Vale recordar que para este año se espera una cosecha de soja récord, de hasta 55 millones de toneladas.
En la Terminal 6 -donde operan Bunge y Aceitera General Deheza-, una máquina excavadora mantiene bloqueado el ingreso. El viernes 26 de marzo partió el último buque desde esta dársena.
Las vías de los ferrocarriles Belgrano Cargas y Nuevo Central Argentino, que llegan hasta las terminales, también están obstruidas con maquinaria y los trenes no pueden acceder al puerto. En la terminal de Cargill, los trabajadores bloqueaban el acceso con neumáticos incendiados. Además de las ya mencionadas, están sin operar, Dreyfus, Nidera, Toepfer y Minera Alumbrera.
Así las cosas no hace falta ser muy perspicaz para percibir cuál es el estado de ánimo que por abajo recorre el accionar de los trabajadores, ni cómo esto ha golpeado al sindicato, obligado a ponerse a la cabeza, siempre más dispuesto a arreglar por arriba “su platita” que en representar a los obreros. Pero la lucha de clases es una sola y recorre de punta a punta la Argentina.
Y eso, ya lo aprendieron también en el puerto de Rosario.