Desde comienzo de año se dice por todos los medios burgueses, que la industria automotriz tiene muy buena perspectivas de crecimiento y que el año 2013, marcará nuevo record histórico, superando al año 2011 en el cual se produjeron 828.771 unidades. En este mismo sentido el gobierno, que es de los monopolios, a través del ministerio de industria, plantea un plan de sustitución de autopartes para remplazar así las importaciones. «Con el esfuerzo de todos, estamos tratando de redistribuir la renta de la cadena automotriz–autopartista, con medidas de protección y respaldo del sector por parte del Estado, en beneficio de la sociedad plena, no para que las empresas redistribuyan rentabilidad a sus centros” Débora Giorgi
Mientras tanto dentro de las mismas automotrices los rumores y las políticas van muy a contra pelo de lo que se dice por la prensa, esto no quiere decir que sea otra realidad. Intentan por todos los medios ocultar, sus verdaderas ganancias. Con la utilización de la estructura gremial, permanentemente meten miedo, confusión e incertidumbre. Todos los años, a esta altura, empiezan a correr rumores de todo tipo, que el año que viene se cae un turno de producción, que la producción se la llevan a otro país, que por baja en las ventas se va a producir menos en lo que queda del año, etc. No sólo son rumores sino que elaboran políticas, todos los días, para generar e intentar aplacar el estado de ánimo de los trabajadores. En la planta de Volkswagen Córdoba que produce cajas de trasmisión para todo el mundo, suspendieron a 270 trabajadores por 10 días a partir de mediado del mes de agosto aludiendo a la baja en las ventas en la zona de Europa. Pero una semana atrás la misma empresa notificaba una inversión de 17 millones de euros para fabricar una nueva caja de transmisión para el modelo VW UP!. En la planta de Pacheco por ejemplo baja la producción de 1000 unidades por mes, un equivalente a 17 unidades menos por turno, una baja insignificante. Pero, ¿qué es lo que ocultan detrás de todas estas políticas?
Por un lado como ya mencionamos es intentar aplacar el estado de ánimo de los trabajadores y por el otro, que está estrechamente ligado el primero, es ocultar sus ganancias. Los planes de producción que tienen en particular cada terminal automotriz, como la industria en general (llegar a la fabricación de 1.000.000 de unidades por año) no lo pueden llevar a cabo con una clase obrera que cada día se planta y cuestiona las condiciones laborales, los niveles salariales, la entrega y complicidad del gremio, etc. Y también que la única forma que tienen estas empresas de incrementar sus ganancias es achatando el salario del trabajador, incrementando los niveles de producción como así también utilizar los recursos del estado (como mencionamos más arriba, sustitución de importaciones) para obtener y garantizar sus ganancias.