Democracia directa en Gualeguaychú

Impresionante lección de democracia

«Caótica, tensa, desordenada, desprolija» así titularon hoy los diarios. «Polémica» podía leerse ayer en los canales de cable.

Los medios de desinformación pública monopolistas no ahorran epítetos para descalificar a la democracia del pueblo.

Lamentablemente para los millones que no tienen acceso a los noticieros de cable, para los millones que a las 12 de la noche de ayer estaban descansando, ése es el único relato de la impresionante lección de democracia que fue la asamblea ciudadana de Gualeguaychú.

Sólo los canales de noticias TN, C5N y América transmitieron la sesión. El canal público prefirió otras noticias. Es curioso que cuando un simple diputado decide hacer un asado, jugar a las cartas, o armar un picadito, Canal 7 corta la transmisión para que escuchemos a Néstor, y tan importante evento, como el de ayer no reciba la menor cobertura, al extremo que en el noticiero informaba un reportero por teléfono… “y la plata, y la ley de medios, y candela”?

Más sorprendente fue oír a TN, el supuesto enemigo del gobierno, planteando la postura oficial, diciendo que se resolvía entre la sensatez, y la bronca, entre el pensamiento y el corazón.

Los ataques no sólo pasan por no informar, sino en desinformar, decir las cosas parcialmente, quitándole la trascendencia que tuvo y tendrá la lucha del pueblo de Gualeguaychú. Porque ayer no se discutía si mantener o terminar el corte del puente, se decidía cómo continuar la lucha.

En un salón de un club, cientos de asambleístas debatían desde las 15:30 hasta las 0:30 de la madrugada, decidiendo cómo continuar la lucha por la vida y contra las papeleras.

Y la democracia del pueblo, es cierto, no se permite el orden de un debate donde uno duerme, otro lee el diario, otro juega al sudoku, no se permite la prolijidad de discursos que nadie escucha, «representantes» recibiendo órdenes, operadores manejando las sesiones, cuartos intermedios para rosquear.

Las asambleas del pueblo no tienen nada que ver con la parodia de los congresos y consejos deliberantes de la democracia de los monopolios, donde todo es oscuro e hipócrita.

Si hasta hubo que desplazar a un sector afuera para poder contar los votos con transparencia, ésa que carece toda la institucionalidad burguesa. En Gualeguaychú no hubo diputruchos como en la escandalosa sesión donde se aprobó la privatización de YPF, a la que tanto se criticó y critica, pero nadie estuvo ni está dispuesto a derogar. Tampoco hubo tarjetas banelco como en la sesión de la ley de flexibilización laboral, que dicho sea de paso, tampoco fue derogada.

Al calor del debate, incluso con duras palabras, los asambleístas discutían qué hacer, si mantener el corte o correrse al costado antes de presionar a los gobiernos argentino y uruguayo para resolver la contaminación de Botnia-UPM.

Y si hubo dos posturas enfrentadas, planteadas como blanco o negro en la asamblea, también hay que decir que minutos antes de iniciar el recuento de votos, el salón estalló con tres consignas: “para Cristina que lo mira por TV”, “el pueblo unido jamás será vencido” y “no a las papeleras”.

El pueblo se manifestó, y tomó una decisión, pero las manifestaciones vertidas en los discursos superan ampliamente cualquier duda sobre la determinación de continuar la lucha que tiene el pueblo. Ningún paso atrás; ninguna confianza a la institucionalidad; mantener el estado de alerta y movilización; y, si es preciso, profundizar la lucha; se escuchaba de los dos lados.

Hubo duras críticas al gobierno, hubo denuncias a los monopolios, al capitalismo, a la transnacionalización, a la entrega, al saqueo, demostrando el alto nivel de conciencia alcanzado con tantos años de lucha.

Los ilusos que piensen que el pueblo se va tranquilo de vuelta a sus casas…Volverán a subestimar una vez más al pueblo argentino. La lucha es una, contra los monopolios, su orden, su explotación y expoliación.

Nota:

La moción a favor de suspender el corte por 60 días incluía además un reclamo al gobierno argentino para que negocie con su par de Uruguay el ingreso de técnicos a la planta de UPM (ex Botnia) y la difusión de los estudios medioambientales. Además, reclamar ante la Haya relocalizar la planta.

La otra propuesta consistía en mantener el corte por tiempo indeterminado

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