“Fuera de convenio”: un chantaje más de los monopolios y su gobierno.

En la mayoría de las fábricas o en empresas de grandes dimensiones se acostumbra contratar al personal calificado en una nueva categoría, fuera de convenio. Generalmente es personal “jerárquico” (así te venden el puesto, los responsables de RRHH), pero en realidad son puestos que no son productivos según el interés de clase burgués, como por ejemplo: la supervisión de todos los sectores, técnicos de mantenimiento, administrativos, etc. En realidad lo que esconden es una división más entre los trabajadores de las fábricas y empresas.

Al estar fuera de convenio, la empresa te ofrece una prepaga, un vestuario y baños separados de los compañeros de producción, ropa diferente y un supuesto trato  personal. Te quieren hacer creer que sos parte de la empresa. ¿Todos estos beneficios a costa de qué? A costa de que no te paguen las horas extras, que no te paguen los feriados y que los aumentos que reciben los trabajadores que están en convenio vos no lo recibas ya que sos parte de la empresa tenés que ayudarla a afrontar los gastos que tienen.

Pero estas mentiras que la burguesía pretende que nos las creamos, se contraponen con la realidad y el estado de ánimo que los trabajadores tenemos, ya sea fuera o dentro de convenio. Lo que pasa es que los sueldos, después de las conquistas de la última discusión salarial se solaparon. Los supervisores y los técnicos  están cobrando menos que los compañeros que están directamente relacionados con la producción. Debido al gran impulso que generaron estas conquista salariares, se van renovando los aires que impulsan a los  fuera de convenio a ir por todo. Pero a la vez deja al descubierto, la gran ambición que tienen los monopolios en obtener la mayor ganancia posible al menor costo y profundiza sus contradicciones en relación entre “la ganancia y el trabajo”

A partir de esta situación, en lugar de encontrar tranquilidad, las empresas se encuentran con un gran malestar por parte del personal fuera de convenio. Se empiezan a desatar nuevas luchas, que claro está, al no tener un gremio que los “representen”, no tienen forma de neutralizar esta bronca y es ahí donde el discurso que con bombos y platillos te ofrecen al ingresar a la empresa (el trato personal) se pulveriza y directamente no hay ningún tipo de trato y la bronca aumenta cada día más.

Principalmente en la industria alimenticia se empezaron a suceder diversos hechos que llaman la atención. Simultáneamente en varias plantas de todo gran Buenos Aires, los fuera de convenio elevaron notas a las gerencias de las mismas. No sólo pidiendo que les den el mismo aumento logrado por el personal de producción, sino que reclamaron horas extras de los sábados y domingos, feriados pagos, antigüedad, insalubridad, etc. Al no tener ningún tipo de respuestas, empieza a aumentar la bronca y el estado deliberativo se acrecienta y se comienzan a hacer las primeras medidas de fuerza, en algunas plantas quite de colaboración (no hacen extras), en otras le tiran la producción para atrás (incrementando el tiempo de paradas de máquinas) y en otras han llegado a parar. Queda claro que los trabajadores ya están cansados de tanto manoseo y de forma decidida salen a conquistar sus derechos.

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