Paraná Metal: una batalla política de clase contra clase

La carta de los obreros en lucha de Paraná Metal, que publicáramos el pasado 2 de Agosto, dejaba de manifiesto una idea central en los momentos que estamos viviendo: la unidad hace la fuerza. Esa decisión recorrió cada rincón de la ciudad de Villa Constitución, entre los trabajadores y el conjunto del pueblo.

A mediados de la semana pasada se conoció la noticia de que había una reunión entre los “nuevos dueños” de Paraná Metal, el gremio y la abogada, donde se iban a hacer cargo definitivamente de la empresa.

Por el contrario, lo que en realidad ocurrió es que no presentaron ninguna oferta, transformándose la reunión en una provocación y una extorsión a los trabajadores, maniobra que en definitiva dejó la puerta abierta para que la abogada dicte la quiebra.

Inmediatamente los trabajadores se autoconvocaron frente a la empresa, donde el gremio tuvo que realizar una asamblea informativa sobre lo sucedido, anunciando también que ayer se reunirían, unos con Tomada, otros con Débora Giorgi  y otros con Rodríguez (Ministro de trabajo de Santa Fe).

La alternativa que manejan los monopolios y el sindicato es crear una cooperativa para hacerse cargo, con el sindicato como empresario. Por abajo, la desconfianza es muy grande y crece la idea de que esto es otra jugada de la empresa; ya que al no poder “retirar” la cantidad de los compañeros que pretendían y achatar los salarios como ellos querían; decretan la quiebra, obteniendo varios beneficios:

  • Los compañeros pierden toda la antigüedad y la remuneración por indemnización salarial
  • A la hora de retomar las tareas, van a seleccionar el personal
  • Y por supuesto que con el sueldo que ellos pretenden

Lo que hace más evidente la jugada, es que hasta la semana pasada, seguían tomando los retiros voluntarios… ¿para qué los seguirían tomando si van a declarar la quiebra?…

Además, los trabajadores se enteraron que la empresa, con los únicos que saldó la deuda, fue con los 2 proveedores más importantes: Chatarra y Carbón; a los que se les pagó una deuda de 3 y 5 millones respectivamente. Lo que demuestra la obvia intención de tenerlos a su disposición para cuando comiencen a producir nuevamente.

En el día de ayer se realizó una nueva asamblea, donde el gremio informó las diferentes charlas que tuvo, y donde lo concreto es que “legalmente” tienen 5 días hábiles para que haya otro oferente, sino no queda otra que dictar la quiebra. La idea que dejan transmitir es que si no se presenta nadie “presentarse ellos como cooperativa”; de esa manera  ganarían 60 días hábiles más para que se presente otro oferente por la empresa.

Todos estos mecanismos nos remiten directamente a las privatizaciones, la cuestión es comprar con la cancha limpia. Las condiciones de venta incluyen “ningún trabajador anterior adentro”, salvo los serviles de la patronal o los acomodados políticos. Porque sino, comprarían la empresa con un personal ya cohesionado y con su propia organización. Ahí está el nudo de la cuestión: es una batalla política de clase contra clase. En los años 90 lo pudieron hacer, pero ahora ya no pueden engañar a una clase obrera que ya pasó por esa experiencia.

En la asamblea, nuevamente, los trabajadores mostraron un estado de ánimo que crece, en donde la discusión y presión obligó al gremio a plantear que llevaría una moción de paro al congreso de delegados de la regional, que se realizará el martes próximo. Además se manifestaron posiciones de salir a cortar ya la autopista Bs.As-Rosario y hacer lo que sea para imponer esta discusión a nivel nacional.

Mas allá de las iniciativas que se le imponen al gremio, se sabe que en esos ámbitos son ellos los que deciden los pasos a seguir, sin discutir y sin ni siquiera informar a los compañeros de la fábrica.

Por eso, los trabajadores saben que la principal herramienta para destrabar esta situación es la unidad y la masividad, y que eso está en sus manos. Concurriendo a la puerta de cada fábrica de la zona a informar de su situación y a pedir el apoyo concreto de los compañeros de clase, movilizando a las vanguardias obreras, se podrá encontrar un punto de unidad en todos los frentes de la zona.

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