Durante estos últimos meses, la oligarquía financiera, con todo el aparato del Estado burgués, y los medios de comunicación, insisten con instalar el voto en las urnas como garantía de la democracia. Apoyados en partidos que, de izquierda a derecha, pretenden convencernos que a través de la democracia indirecta, mediante la decisión única del voto, los problemas económicos, sociales, políticos y culturales serán resueltos en la medida que: “votemos con conciencia”
Es decir, el mensaje de la burguesía es claro: con que un solo día los argentinos nos movilicemos para elegir con el voto a nuestros representantes, ya basta. Lo demás déjenlo por cuenta nuestra.
Muchas veces escuchamos decir a los politólogos burgueses que quienes luchamos por una revolución socialista en manos de la clase obrera y el pueblo, sólo nos dedicamos a criticar porque no tenemos una propuesta o un candidato que pueda ganar las elecciones.
Con una nefasta lectura de la realidad, pretenden ocultar que en la Argentina el movimiento de masas está experimentando a través de la lucha, la autoconvocatoria y la democracia directa como forma de organización y resolución a nuestros problemas. Así como también quieren ocultar que miles de organizaciones políticas de las masas que levantan las banderas de la lucha por la dignidad y contra la opresión, y que a su vez van construyendo, aunque todavía en forma silenciosa, un movimiento revolucionario en la Argentina que rechaza a todo lo instituido por el estado burgués y sus gobiernos.
Ese movimiento revolucionario es material y va en ascenso, en el cual millones de argentinos, nos estamos involucrando día a día. Así es como en las fábricas, los obreros comienzan a organizarse para luchar contra las políticas de explotación de los monopolios y los sindicatos cómplices. Por su parte los estudiantes y jóvenes que desde las múltiples reivindicaciones políticas suman a este torrente por un futuro digno. También los trabajadores asalariados docentes, de la salud y estatales de todo el país, continúan avanzando sin tregua. Y a su vez, poblaciones enteras y barrios de todas partes del país, les están dando batalla a las políticas de contaminación y muertes, producto de los ambiciosos proyectos monopólicos que intentan pisotear la dignidad de la vida humana.
El capitalismo, en épocas de democracia burguesa, como en la actual etapa, utiliza la mentira y el ocultamiento de la realidad como forma de dominación. Así es como desesperadamente esconden la lucha de clases, y todo lo que se va construyendo desde allí. Sólo muestran una parte de la realidad para hacernos creer que no hay otra salida que no sea a través de sus instituciones.
Pero la lucha de las masas, irrumpe todos los días por los cuatro costados. Y cada día se va instalando más y más, otra realidad, basada en la decisión de los obreros y el pueblo de tomar las riendas de nuestro destino en forma directa, consolidando un nueva democracia de la mano de la lucha por las conquistas de un futuro digno.