Un minuto tarde

Terminadas las elecciones, intentarán un ajuste de cuentas contra la clase obrera y el pueblo.La cuestión se puede analizar de infinitas formas, pero haríamos centro en dos obviando los grises.Una forma es ver, en las decisiones de la oligarquía financiera, una ofensiva política, tomando iniciativas duraderas. Todo ello en un contexto de masas inmovilizadas y creyentes del poder burgués.Otra forma de ver el problema  es admitir que la oligarquía financiera y su gobierno están respondiendo a las iniciativas del pueblo, el cual profundiza su estado de movilización y prepara las fuerzas políticas para imponer su estado de conquistas.Son dos formas de analizar las cosas, pero en definitiva, una, privilegia el potencial político del poder y sus capacidades de gobernar y la otra, privilegia el sostenido avance de la movilización y cómo ésta condiciona al gobierno de los monopolios.Después de octubre la lucha de las clases se hará más cruda, las clases en pugna se mostrarán con sus verdaderos rostros y se manifestarán abiertamente los años de experiencia adquirida en miles de batallas cotidianas que la clase obrera y el pueblo dieron en estos años, en donde la oligarquía financiera silenció al unísono, con todos los medios a su alcance (Clarín, 6, 7 y 8, entre otros) la protesta, la lucha y la movilización.Se despejarán los rostros mimetizados de populismo, de gobierno “nacional y popular” y la iniciativa del pueblo no descansará en una época de cambios universales, épocas de revoluciones sociales.

Llegan un minuto tarde.El resultado electoral los llevará al error de la subestimación al pueblo, pisarán el “palito” pensando en la “idiotez” que envuelve a nuestro pueblo. Ensordecidos y ensoberbecidos  intentarán ir por más. Pero la lucha de las clases no les dará respiro y en escena nacional aparecerán los petroleros de Chubut multiplicados por decenas de miles, aparecerán los de la línea sesenta, los pueblos que luchan por el medio ambiente, los pueblos originarios,  los docentes , los médicos, los trabajadores del Estado, los obreros de las automotrices, los textiles, etc.Se masificarán las movilizaciones y los condicionamientos al poder, se multiplicarán porque también se multiplicarán las ideas y la organización revolucionaria.Si ahora fluye la idea del cambio social, si ahora se afianza una época de ascenso de masas, lo que la oligarquía financiera y su gobierno propongan, esta vez estará en el marco de que llegaron “un minuto tarde”. Sus iniciativas no serán duraderas.En el enfrentamiento de las clases, se irán desarrollando las mismas fuerzas de hoy pero con más intensidad, porque son éstas fuerzas las que, de una u otra manera, se van empapando en la visión que la única salida es la revolución. Las conquistas logradas condicionan al gobierno, pero a la vez  muestran, en la vida cotidiana, que esas conquistas serán más contundentes en la medida que estén estrechamente vinculadas a un proyecto revolucionario que desaloje del poder a los monopolios y construya un Estado revolucionario de carácter obrero y popular.

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