PROCLAMA DEL PRT AL PUEBLO ARGENTINO

La megaminería está hoy en el centro de la atención popular y eso fue causado por la movilización de los pueblos andinos que defienden su forma de vida ante la agresión de los negociados perpetrados por las transnacionales mineras.

Pero a los monopolios y al Estado a su servicio no les importa el deseo y la aspiración de los pueblos. Si hay en vista negocios millonarios van a hacer todo lo necesario para concretarlos aunque el costo signifique el envenenamiento, la devastación y el negro futuro de las generaciones venideras.

Se escudan tras la careta del progreso, la creación de “fuentes de trabajo” y otras mentiras. Usan todas las maniobras a su alcance y se valen del gobierno nacional y de los gobiernos provinciales a cuyos funcionarios untan con jugosas coimas, sabiendo que a su paso sólo dejarán desolación y tierra arrasada, miseria y muerte.

Pero así como los pueblos cordilleranos han dicho basta y han tomado la iniciativa para frenar el desquiciamiento de los recursos naturales y el saqueo, todo el pueblo argentino avanza a paso firme contra la política de entrega que el gobierno de Cristina Kirchner trata de implementar con el famoso ajuste al que llama “sintonía fina”.

Los recursos millonarios que el Estado recauda con el esfuerzo del pueblo se utilizan para los subsidios de las grandes empresas monopolistas y para el buen pago de los funcionarios de los gobiernos de turno y del coro de legisladores que canta la música que les conviene a las multinacionales. Para ellos sí hay dinero. Para satisfacer las necesidades populares, no.

La lucha contra los monopolios y el Estado a su servicio es un problema nacional de todo el pueblo. En un lugar son las mineras, en otro, las petroleras, también las automotrices, cerealeras, bancos, etc. Ellos proponen sus negocios devastadores, el pueblo aspira a una vida mejor.

Desde siempre, todo lo que el pueblo ha logrado ha sido conquistado con lucha y enfrentando las políticas de entrega.

Eso lo sabemos y lo reafirmamos a diario a lo largo y ancho de todo el país.

La represión a los vecinos de Tinogasta y a los ex soldados de Malvinas, sólo por nombrar dos de los últimos casos, marca la cancha y muestra cuál es la respuesta que los monopolios y su gobierno dan a los justos reclamos del pueblo.

Allí naufragan todos los discursos falsos de defensa de los derechos humanos, la democracia, el diálogo y la soberanía con que suele aturdirnos la presidenta Cristina Kirchner.

Pero, respeto a los derechos humanos, democracia, diálogo y soberanía sólo se practica cuando se respetan las aspiraciones y necesidades del pueblo y no imponiendo a la fuerza la voluntad de hacer sus negocios.

Por eso es que, en adelante deberemos organizarnos para responder a esa violencia, y hacer que se cumpla la voluntad popular, mediante la movilización masiva, las iniciativas y la acción decidida para hacerlos retroceder.

Desde la lucha contra la megaminería, contra el ajuste, por mejores condiciones de vida, por nuestra dignidad y por un país mejor. Desde la unidad para lograr esas conquistas, debemos avanzar en la preparación, organización y fogueo de las fuerzas necesarias que nos permitan avanzar en el camino de la conquista del poder para deshacernos de esta lacra y así poder construir una Argentina socialista erigida para el desarrollo y el disfrute de las grandes mayorías laboriosas y las generaciones futuras.

¡La revolución está en marcha!

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