Mientras la presidenta Cristina Fernández, en cadena nacional, llamaba cariñosamente Gildo al gobernador Insfrán (que se encuentra al frente del ejecutivo de Formosa desde hace 17 años), 25 comunidades Wichís llevaban adelante un conflicto, que ya tiene más de 30 días, en el departamento Ramón Lista, en el extremo noroeste de la provincia de Formosa, cerca de las fronteras con Bolivia y Paraguay.
Las comunidades y criollos demandan instalación de postas sanitarias, escuelas, empleo en las petrolíferas de la zona, ambulancias y medicamentos para frenar las muertes por causas evitables -se llevan contabilizadas más de treinta muertes que la comunidad considera que deberían haberse evitado-, plantas de agua, electricidad, parar el desmonte indiscriminado. Todos estos reclamos fueron promesas de campañas electorales incumplidas. Y desde los cortes demandaban que baje el Inai (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas) y el ministro de gobierno de Formosa; nada de eso sucedió.
La lucha comenzó con el corte parcial de la ruta 39, y se pasó al bloqueo de los pozos de las petroleras Pluspetrol y Gran Terra Energy en Palmar Lago, en las cercanías de General Mosconi y El Portillo. Se continúo con el sabotaje en instalaciones petroleras. Luego los piquetes se extendieron a Fraga, en la ruta 81, cerca de Ingeniero Juárez, a Bartolomé de las Casas y Las Lomitas.
En los más de 30 días de corte no ha habido ninguna respuesta a los reclamos, sólo amenazas de represión. De este hostigamiento han sacado las fuerzas para organizarse y radicalizar los métodos de luchas. El último miércoles tomaron el municipio de Las Cañitas. Grupos quemaron camiones de las petroleras y saquearon supermercados.
El último sábado aumentaron la apuesta: se toma por asalto la planta de la petrolera Pluspetrol manifestando que “Estamos bloqueando todos los camiones que llevan petróleo, está todo bloqueado. Si no hay una respuesta vamos a permanecer acá”. “Si no hay respuesta, se bajarán las llaves y se cerrará y bloqueará totalmente el paso del petróleo por las cañerías”
El conflicto crece y se extiende en la región y se organizan y preparan para afrontar cualquier circunstancia sabedores de las formas de “resolver” los conflictos que tiene el gobernador Gildo Insfrán: con represión. Así lo hizo en 2010 cuando reprimió el corte de los Qom en la comunidad La Primavera con 2 muertos. Así lo han hecho todos los gobernadores para “resolver” los conflictos con los pueblos aborígenes en su permanente política de su expulsión de las tierras que demandan los monopolios.
Pero fogueados por una larga lucha contra el olvido, discriminación, persecución y explotación, y a pesar de las demandas de “paz social” de los que lucran política y económicamente con las comunidades y de los caciques corrompidos por el poder, el pueblo Wichí prendió fuego el norte formoseño y es una llama que ya no podrán apagar.