ACCIDENTES DE TRABAJO: EL GENOCIDIO SILENCIADO

Esta semana los trabajadores de Acindar están de luto producto de una muerte más. El compañero Sosa de 50 años, con 27 años en la fábrica, del sector amolado, falleció según las versiones de sus compañeros, debido al golpe de una palanquilla sobre su cabeza, dejando su esposa y 4 hijos, lo cual llena de dolor y bronca, pues a esta muerte hay que agregarle las de los compañeros Diana y Correa cuyos responsables, personal jerárquico, continúan en la fábrica. 

Por supuesto que esto enluta a toda la clase obrera del país, pero cuando nos adentramos en la vida cotidiana veremos que como parte de la superexplotación y el sometimiento esto va de la mano de los crímenes laborales, y lo planteamos así porque se supone que un accidente es un caso fortuito que naturalmente se puede dar alguna vez en muchos años, pero cuando vamos  a la realidad de los hechos y vemos que estas situaciones no solo son sistemáticas sino al mismo tiempo masivas, no podemos dejar de calificarla como  GENOCIDIO a los trabajadores. Los números cantan y veremos que en los problemas de la inseguridad que tanto se habla, sólo la reducen a delitos de tipo común, y nada se dice por los medios masivos de incomunicación de las cifras que daremos a continuación.

Según el Ministerio de Trabajo, en unas cifras que tiran, y a pesar que vienen de la misma burguesía  monopólica, más específicamente de la Súper Intendencia De Riesgo De Trabajo, en el periodo del 2006 y que se repite en el 2007 de 7.248.484 trabajadores se produjeron 680.871 accidentes laborales; y el total de fallecidos por la misma causa, por año, asciende a la escalofriante cifra de 1.020 trabajadores, es decir 3 trabajadores por día (eso que no estamos tomando en cuenta los feriados, ni domingos, ni los períodos vacacionales), de los cuales el 80,6% corresponde en los lugares de trabajo, el 13% por accidentes yendo al trabajo y el resto a enfermedades profesionales.

Ahora bien, estas son estadísticas del 2006 y 2007. Ya para la actualidad la siguen disfrazando aún más, por que quién les puede creer a estos asesinos. Según ellos también, en lo que fue de enero (cuentan las vacaciones los muy….) a agosto del 2012 fueron 541.144 accidentes laborales con “tan sólo” 303 muertos y 2.478 graves (¿qué querrán decir con graves?; en años anteriores este término en las estadísticas no aparece), en tan sólo siete meses reales.

Por eso cuando el Ministro Randazzo, muñeco de torta y alcahuete de los monopolios, al igual que todo el stablishment del sistema ante un hecho que no lo pueden esconder en las estadísticas, como la explosión de gas en Rosario, los reiterados accidentes del tren Sarmiento, salen todos a victimizarse y buscan rápidamente la responsabilidad en el trabajador. Falacias éstas que no nos debe sorprender, pues es una posición claramente clasista en defensa del sistema y su amo supremo la oligarquía financiera, lo cual nos lleva claramente a afirmar que para ellos las estadísticas y los crímenes tienen sólo que ver con un razonamiento matemático para ver hasta dónde crecen o disminuyen los costos de producción.

De la mano del discurso populista y progresista, en la Argentina actual se está cometiendo una masacre que no tiene balas, ni bombas, que destruye la vida humana de los que verdaderamente generan con el trabajo las ganancias para los monopolios, que al mismo tiempo utilizan para dominar a todo el pueblo.

Compartí este artículo