El día miércoles por la noche trabajadores de Crónica y Bae fueron atacados por una patota en el barrio de Palermo. La agencia RW dio la noticia pero curiosamente de “eso no se habla” y mucho menos de “linchamiento”. Ningún medio de la burguesía se hizo eco de ese brutal ataque, el cual denunciamos.
La oligarquía financiera se abroqueló y lo que apareció como una noticia más, manipulada hasta el cansancio para hablar de la “inseguridad” y los negocios detrás de ella, la cuestión se les fue de las manos porque estaban agitando la autodefensa de las masas y el directo cuestionamiento a una institución fundamental del Estado Capitalista, que es el aparato represivo y la justicia.
Había que salirse rápidamente del triunfo de la lucha docente, de los aumentos salariales, de lo que se debate desde hace ya mucho tiempo en cada hogar de nuestro pueblo: ¡la plata no alcanza! ¡De la ola inflacionaria! ¡Del ataque constante a nuestra dignidad!
¡Quisieron apagar el incendio de luchas con nafta! y sin querer queriendo abrieron un estado deliberativo en el pueblo sobre cuestiones fundamentales para la revolución. Ellos ahora hablan de “linchamientos” y quieren meter al pueblo en absurdos debates. Los revolucionarios sabemos que lo que se ha abierto es en definitiva de cómo el pueblo autocovocadamente está ya resolviendo los problemas por fuera de la institucionalidad burguesa. Esto es lo que le ha dolido a la burguesía y llegó un minuto tarde.
No importa que la burguesía con todos su medios y arsenal ideológico intente confundir, lo hecho hecho está y sobre ese debate caliente los revolucionarios seguiremos planteando la autodefensa, ahora con más fuerza porque con más fuerza el Poder ha instalado un debate no querido por ellos mismos, que es la crisis de las Instituciones del Estado.
Ningún funcionario ni oponente del gobierno se salieron de los carriles, salvo la estupidez de Masa que quiso hacer “política electoral” por la mañana y a la noche tuvo que llamar a conferencia de prensa para decir que no dijo lo que dijo. Le tiraron de las orejas y con las patas entre la cola, se sumó al coro de todo el arco electoral.
La burguesía intenta meternos a discutir el “árbol” para que no veamos el bosque. Cuando afirmamos que llegó un minuto tarde es porque el árbol ya está talado y este debate ha permitido elevar un peldaño más la conciencia revolucionaria de amplios sectores sobre el carácter de la violencia del Estado de capitalista y como combatirla, reiteramos: los “linchamientos” como ellos lo llaman, solo puede entretener a las mentes juguetonas, de ninguna manera a las masas decididas a ir por lo suyo que contemplan el carácter violento del sistema capitalista.
Estamos en medio de una guerra política e ideológica y muy atrás han quedado las “balas de fogueo”; el poder ha advertido que las ideas revolucionarias corren más rápido que en épocas de calma, están advirtiendo que algo se mueve por fuera del jueguito burgués electoral. Están sintiendo el golpe y que ya la lucha comienza a acumular en la dirección revolucionaria. En medio de este complejo momento de la historia tendremos que tener el timón firme ante las embestidas y continuar pacientemente en el profundo trabajo revolucionario en donde las masas aspiran a nuevas alternativas que las hagan parte y arte del cambio social.