En el día de ayer, todos los medios de la burguesía monopolista vertían lágrimas por el ambiente; sí, el 5 de Junio es el día que ésta ha habilitado para descomprimir la necesidad de que se visibilicen las consecuencias del modo de producción de la sociedad capitalista. Pero los monopolios y sus gerentes en los gobiernos, los otros 364 días del año no escatiman esfuerzos para tratar de hacernos creer que “el problema” es el modelo y que puede existir un capitalismo humanizado o verde.
Lágrimas de cocodrilo…, a diario depredan en forma demencial, nada importa, sólo la ganancia, y así extinguen especies, devastan selvas y montañas, se contaminan tierra, aire y agua. Se atenta contra la vida en pos de la ganancia de unos pocos.
Nada nos debe asombrar de un sistema social que se basa en la explotación del hombre por el hombre.
Lo que no dicen, lo que se ocupan profusamente de que no se sepa, es que los pueblos no esperan un día al año para llorar, sufrir y pelear. A diario de norte a sur de nuestro país, como de toda Latinoamérica, los pueblos se movilizan y enfrenta los proyectos de los monopolios que desbastan la cordillera con la minería y en los llanos combatiendo las fumigaciones y el monocultivo, defendiendo humedales y costas, defendiendo la vida.
Lo que no dicen, es que los pueblos en estas luchas sufren represión, persecución y hasta la muerte. Pero la lucha es por la vida, por el futuro y los pueblos lo saben, por eso se encuentran en franca ofensiva por una vida digna.
El pueblo y la clase obrera en el marco de la lucha van creando sus propias instituciones, ejerciendo la democracia y la acción directa, van realizando experiencias de poder, van encaminándose hacia la emancipación, hacia el poder del pueblo hacia la revolución, donde la producción sea planificada al servicio de las necesidades de las más amplias mayorías, hacia el Socialismo.