No robarán nuestro sentimiento. ¡Ni lo intenten!

 La presidente, Macri y ahora la Meijide se pusieron de acuerdo en cuanto a lo fundamental para ellos de las políticas de Derechos Humanos.

Se trata simplemente de ocultar las verdaderas luchas de nuestro pueblo y la infinidad de organizaciones que se han dado con esos objetivos como única garantía de avanzar en lo pasado, en el presente y el futuro.

Para la burguesía todo pasa por el tamiz de los negocios y por allí dirimen sus disputas electorales y algo más. Tratan en lo “posible” de oscurecer lo actuado por nuestro pueblo y parten de atacar o de defender, según el color electoral que los apañe, a esas minorías que aparecen a los ojos de millones como las portadoras de las “verdades” de las luchas por los Derechos Humanos.

Están intencionadamente equivocados.

La lucha por los Derechos Humanos nos pertenece a todos, somos un pueblo que hemos sabido extender el concepto de Derechos Humanos a multiplicidad de fenómenos sociales que el capitalismo ataca, hemos sabido romper fronteras que nos han impuesto a concebir Derechos Humanos a lo que el poder quiere que se limite  ante la presión popular por los verdaderos y extensos Derechos Humanos.

Es desde ésta página que saludamos a los centenares de miles de de hombres y mujeres de nuestro pueblo que desde sus puestos de trabajo, estudio, de vecindad, no han abandonado jamás el verdadero sentir del Derecho del Hombre.

Se ha hecho mucho en décadas, somos un pueblo sin domesticar a pesar de los intentos del poder por desviar un sentimiento tan profundo arraigado en cada hogar del concepto Derecho Humano.

Por arriba toda la hipocresía del poder. Se unen a la hora de meter gendarmería dentro de las fábricas tomadas,  se unen a la hora de meter represión en las barriadas populares que luchan por sus conquistas. Matan sin miramientos a jóvenes con causas truchas avaladas por jueces, fiscales y fuerzas represivas, respaldan y son sostenedoras de las barras bravas, fuerzas de choque fascistas que son usadas para enfrentarse a los trabajadores en cualquier punto del país.  Han metido el Paco y otras drogas como políticas de exterminio desde las instituciones del Estado.

Nos quieren meter en un debate electoral mientras la lucha del pueblo les da la espalda a todosy extiende la lucha por los Derechos Humanos a innumerables gestas que conllevan la esencia de una consigna unificadora que es la lucha por la dignidad del hombre que, vale decirlo y recalcarlo, es anterior a todo derecho humano reconocido por las instituciones del sistema.

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