La caida del precio del petróleo en Argentina la banca el Pueblo

Prácticamente a diario en nuestros escritos ponemos énfasis en que el Estado es de los monopolios, y hasta puede resultar reiterativo; pero cada día que transcurre aparecen muestras de ello de una manera tan desfachatada que no nos podemos permitir dejarlas pasar.

Ejemplos hay cientos y mentiras de parte del poder, en similar proporción; pero, la avaricia de los monopolios es una carrera loca hacia la ganancia que ya no les da el tiempo ni para las mentiras ni para las formas.

La caída de los precios del petróleo a nivel internacional, que según algunas estimaciones llega al 40%, ni de cerca roza la caída de los precios de los combustibles en Argentina. Estos, en las estaciones de servicio siguen al mismo precio que antes, a lo que se alega es que la mayor parte de estos valores son en impuestos que se lleva el Estado. Por supuesto que no dicen a dónde va a parar lo que se recauda, y menos aún que se importa nafta a los valores de la caída del precio del petróleo. Hasta aquí gran negocio gran, pero lo más desopilante es el jueguito de las petroleras que, por un lado están subsidiadas en la inversión de la explotación y ahora, por si fuera poco, el Gobernador de Chubut y Presidente de la Organización Federal Argentina de las Provincias Productoras de Hidrocarburos (OFEPHI), Martín Buzzi, confirmó que al precio del crudo Escalante, que está U$S 60.- el barril, el Estado les pagará U$S 3.- adicionales por barril producido o exportado. Y agrega, con todo cinismo: Es una solución muy buena que no castiga a los sectores productivos”. El ministro De Vido le hizo “la segunda” para terminarla de completar: “La actividad petrolera se encuentra en niveles de crecimiento e inversiones notables”.

 

Más vale Sr. De Vido!!!! No sólo tienen una política de hidrocarburos de total entrega a las transnacionales sino que, por las dudas, les garantizan, con la súper explotación y las medidas impositivas, un aumento de los subsidios que les permitan “amortiguar” la caída de los precios a nivel internacional.

Por supuesto que existe una guerra literalmente por la disputa del petróleo, que se manejan los juegos de la oferta y la demanda, trasladada ésta incluso en las disputas territoriales con guerras como en Irak y Siria, pero el aspecto central es el avance en los procesos de concentración monopólica a nivel planetario a través de cualquier medio, y reducirlo simplemente a un juego de la oferta y la demanda es desconocer la batalla intermonopólica donde la Cuenca del Sur no está por fuera de ello.

Pero este es un problema de la oligarquía financiera que apela a todas sus herramientas, como en el caso de Argentina donde, en última instancia, entre los subsidios que les da el Estado y la extracción de plusvalía, parece ser un negocio mayor que el de ponerse a especular frenando la producción. Por otro lado, el factor político interno no les permite especular con una caída de la productividad en una Patagonia en llamas ya que lo que eso generaría sería impredecible políticamente; lo cual indica, una vez más, que los negocios del poder mundial, aunque se muestren tan poderosos, terminan siendo condicionados por la lucha de clases.

Varias aristas pueden tener estas medidas pero una sí es inequívoca: Los monopolios echan mano a su Estado para afrontar sus crisis y que éstas recaigan sobre nuestro pueblo.

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