Lucha de clases: ¡Qué año se les viene!

El plus de fin de año que originó varios revuelos en nuestro país hoy tiene un desenlace PARCIAL.

Finalmente y bajo la presión del estado de ánimo y la movilización de los trabajadores hubo un acuerdo. Si bien en cada gremio se arregló de distintas maneras y cifras, lo que debuta en esta ocasión es una nueva forma de otorgar el plus, el no remunerativo o como lo quieran llamar.

Resulta que ahora independientemente de la cifra que se arregle o se conquiste, lo que bajan los gremios es que todo no remunerativo debe llevar los descuentos normales como los salarios conformados y además, y como si fuera poco, dicha suma no va a ser contemplada para el aguinaldo, “porque si no el ministerio de trabajo no lo homologa”, dicen los cerdos caraduras. ¡Como si el ministerio fuera la palabra mayor, o los intocables! -o por lo menos eso intentan que pensemos los trabajadores-, si todo el mundo sabe que ellos junto a los gremios son los máximos alcahuetes de las empresas.

Esto no termina acá

Por sólo citar un ejemplo, en el caso del gremio del plástico, dicho plus quedó en $ 3.200 en cuatro cuotas a cobrar, en marzo $ 700, abril otros $ 700, mayo $ 800 y junio $ 1000 -todo esto claro con los descuentos quedarían un total de $ 2.592 en cómodas cuotas. ¿Qué quiere decir esto? ¡Que de plus de fin de año no tiene nada!.

Sigamos sumando: De este monto, ¿cuánto podemos llegar a ver teniendo en cuenta la inflación y aumento de precios? ¿Será esta una nueva intentona que se da la “triple alianza” -gobierno, empresas y sindicatos- para continuar su política de achatamiento salarial y ajuste? Puede ser, pues ellos toman iniciativas por más vergonzosas que parezcan y a la vez dichas iniciativas no nacen desde la fortaleza sino desde sus debilidades pues la presión existe y no nos olvidemos que este plus arrancó desde una exigencia desde abajo.

Más arriba decíamos que dicho plus tiene un resultado parcial y esto es así ya que la bronca que ha quedado en los trabajadores por la mencionada estafa no va a quedar indemne, ni se ha aceptado mansamente. Esto queda en la memoria como tantas otras cosas que venimos aguantando, desde las exigencias en las líneas de producción, desde los accidentes de trabajo por los agobiantes ritmos de producción y demás pesares que más temprano que tarde tendremos nuestra revancha.

Ellos, como siempre, se quieren mostrar fuertes en sus “decisiones”, pero la lucha de clases los pone en vereda y en cuanto la clase obrera toma protagonismo organizándose, uniéndose y luchando es cuando ellos no pueden ocultar sus miedos y debilidades. 

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