El patetismo al extremo

¿Quién dijo que el Estado está ausente? ¿¿¿¿El decreto del ministerio de justicia y derechos humanos….???? 775/15 destinara $ 100.000.000 cien millones de pesos  para la campaña electoral de las PASO a nivel nacional a los partidos políticos que presenten candidatos a presidentes, vice y parlamentarios. ¿Quizás a esta estatización se refería Macri después del cimbronazo del domingo y sus posteriores declaraciones, sobre la estatización de aerolíneas?

La semana siguiente a este anuncio, el martes pasado, el llamado consejo del salario determinó un aumento del 28,5% al salario mínimo en dos veces. Cuando recién en el 2016 se cumplan esas dos cuotas, significarán $ 6.050. Según la presidenta “éste es el mejor salario de la región”.  Pero además agregó un dejo de reflexión típica de la defensa a ultranza del capitalismo y del odio visceral a la clase obrera al decir que “la igualdad de oportunidades para los de más de abajo es también sostener la producción de las compañías”. Es decir: sean pobres explotados en función de los explotadores. A modo de salvar un poco el desparpajo  de las lastimosas y muy desubicadas frases de la señora presidenta  el señor Caló disparó «sólo afecta a 150.000 trabajadores de los 9 millones que hay en el país». El ¡¡sólo afecta¡¡, acotación por demás defensiva, lo dice todo. Por si fuera poco sentenció que este salario “también sirve de piso para quienes trabajan en negro, que hoy representan más del 30% del total de empleados”. Pero no dijo que ese porcentaje en nuestro país son más de 5.000.000 millones de personas. Que involucra a la producción de indumentaria, la metalurgia, la construcción y la alimentación… Una ganga, señor Caló.

Por si esto fuera poco en un mar de conflictos, paros, movilizaciones y enfrentamientos en todo el país protagonizados por la clase obrera desde Rio Gallegos con los 120 días de paro de los trabajadores municipales, hasta los tanineros del Chaco, pasando por Acindar,  los petroleros, los docentes, los médicos, los choferes, los frigoríficos, etc., etc., y sólo mencionando algunos de ellos  los medios salen a publicar las conclusiones de un cónclave de cámaras empresariales  “anunciando que en el último año hubo un índice bajo de conflictividad laboral, que gracias a los acuerdos paritarios, la calma de los sindicalistas y la filosofía del gobierno de adoptar medidas que eviten situaciones conflictivas de cara a las próximas elecciones, colaboraron para que en el último tiempo todo esté en paz». El cronista del 24/7. ¡¡Ja¡¡ «Chupate esa mandarina».

Pero hay más. Según el INDEC la economía repuntó un 2,2% y según el índice de ¿¿¿confianza del consumidor ???… del Instituto Di Tella el Gran Buenos Aires es la de mayor crecimiento (2,9%), muy conveniente para el señor Scioli que ya las sacó a relucir como nene con chiche nuevo, seguida de Capital Federal (1,8%) y el Interior del país (1,2%). La inflación y el descenso del consumo marcan la cancha por si no lo sabían. Mas allá de estos números que parecen muy sesudos pero que no dicen nada, con perdón de los que trabajan para exponerlos, lo único que expresan es la desesperación de la burguesía por lavarle la cara a una realidad económica, política y social cada día mas repudiada.

Querer hacer aparecer la situación de vida en nuestro país como si fuera el paraíso ya fracasó. Ahora intentan por todos los medios hacer campaña electoral con las contradicciones que no pueden resolver. Pues la movilización y la lucha de los trabajadores y el pueblo se las estampa en la cara día tras día. Frente a esto, intentar tapar la realidad con papelitos de campaña, con spots publicitarios, números mentirosos, encuestas falaces, declaraciones que denotan el grado de superchería, improvisación y patetismo para sostener el capitalismo y sus vilezas, los expone a la erosión que ha desgranado sin atenuantes la lucha de clases. El mismo despilfarro descarado de millones de dólares tirados a la marchanta  para sostener lo insostenible reafirma que el Estado no está ausente, que los monopolios en su empeño por disimularla, muestra  la descomposición política que la superestructura ya no puede ocultar.  Como ya se dijo en más de una oportunidad la construcción de las herramientas para la revolución desde el poder local desde la unidad de la clase, desde la democracia directa, son la salida.

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