Amílcar Santucho: cuando los hombres «grises» alumbran el futuro

Este 17 de Julio se cumplen 21 años de la muerte del gran compañero y dirigente de nuestro Partido, Amílcar Santucho. En nuestra memoria no se nos borrará nunca, jamás, su conducta fiel hasta su último día, a la ideología del proletariado, con probadas muestras de ello no sólo por su valentía y entereza durante largos períodos en manos de las cárceles de Stroessner en Paraguay, sino también en los momentos más duros de la derrota de nuestro Partido.

Más allá de lo anecdotario, y sin pretender abrir juicio sobre nadie, y comprendiendo el significado trágico de una derrota político-militar, es de una tremenda justicia levantar la figura de Amílcar Santucho que no se amilanó ante nada poniéndose a la cabeza de afrontar tal situación tormentosa y difícil, y emprender el regreso al país en tiempos de la Dictadura, junto a un puñado de compañeros, y reiniciar la reconstrucción de nuestro querido PRT.

Sólo a modo de reseña, Amílcar sale de la prisión en Paraguay en 1979, expulsado a Europa. No habían pasado horas que estaba inquieto, revolviendo cielo y tierra con el único afán de reinsertar el PRT en Argentina para luchar contra el fascismo.

Con su salud ya muy deteriorada, pero su espíritu intacto, y parado bien firme en los principios revolucionarios, tenía clara la idea de que más allá de la crisis profunda que se vivía en el Partido, al grado del peligro de la disolución total, y aunque llevara mucho tiempo y esfuerzo, la reconstrucción se constituía en la principal cuestión estratégica a resolver, como la única manera de salir airosos de la derrota, siendo este objetivo el aspecto esencial de cualquier actividad revolucionaria por más tentadora u honrosa que pareciere.

Afirmábamos en una nota en esta página del 20/7/2014: “A Amilcar le tocó jugar uno de los papeles más complejos del proceso revolucionario. Por un lado había un contexto internacional, se levantaban todas las banderas del fin de las ideologías, muchas de ellas nos tocaban de lleno, por ejemplo la desaparición de la clase obrera y lo que implicaba en la decisión de construir un partido de la clase obrera. La caída de la Unión Soviética, la caída del socialismo, la ofensiva de la oligarquía financiera que en lo político e ideológico lograba centralizar la idea de la globalización impulsada por Nixon y Reagan muchos años antes para amortizar la caída de la cuota de ganancias en el sistema capitalista”.

Fueron momentos de grandes confusiones y él, como Secretario General, se mantuvo firme al timón de persistir de sacar el Partido de la clase adelante, fiel al marxismo-leninismo, fue la voluntad férrea de sostener en lo más alto las ideas de la revolución en las peores condiciones de la clase obrera y su partido de vanguardia.

Hoy, cuando se yergue nuevamente, con toda la fuerza, la clase obrera en el mundo, como lo está demostrando el proletariado francés, entre otros países y, particularmente en nuestro país, donde el capitalismo se sumerge en su crisis cada día y las ofensivas ideológicas de la oligarquía financiera ya no pueden contener lo que se viene aparece la certeza y la razón de revolucionarios como Amílcar. Nuestro Partido está constituido con un proyecto revolucionario y nos agarra bien plantados para asumir el papel que nos toca jugar en este gran torrente de los pueblos y sus nuevas gestas.

La obra de hombres como éste que pusieran toda su entereza para darle continuidad a la idea de nuestro fundador y dirigente máximo, Mario Roberto Santucho, no sólo no ha sido en vano sino, por el contrario, rubrica una vez más que la necesidad de una revolución socialista es imperiosa, aunque los contextos fueran desfavorables como en aquellas épocas.

Nuestro homenaje y nuestro recuerdo al compañero Amílcar Santucho no es otra cosa que nuestra acción cotidiana al lado de la máquina junto a nuestra clase y a nuestro pueblo construyendo una herramienta indispensable como lo es el partido revolucionario en nuestro país con el firme objetivo de la toma del poder y la revolución socialista. Ése es el legado que nos dejaron y estamos dispuestos a honrar.

AMÍCAR SANTUCHO PRESENTE!!!!

¡¡¡¡¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!!!!!

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