Se trata de NO TRATA: otro de los horrores del capitalismo

El viernes 30 de septiembre estuvimos hablando, en la Plaza de Mayo, con Margarita Meira, referente de la organización Madres Víctimas de Trata (MVT). Dialogamos sobre diversas cuestiones referidas a este grupo que se autogestiona y no posee fines de lucro.

Su tarea es inmensa, dura y sobrecogedora: llevan adelante un intenso trabajo social de contención y acompañamiento a las víctimas de la trata y a sus familiares.

Casualmente, el día de la conversación que llevamos adelante con Margarita es el del primer aniversario de  MVT. Comienza con una afirmación fuerte, reflejo de la cruda realidad: “hoy tenemos que enfrentar al gobierno actual que es proxeneta y apaña los prostíbulos”. En diálogo con El Combatiente, continúa exponiendo Margarita: “los prostíbulos son centros clandestinos de violaciones”. Es fácil establecer la comparación, y le preguntamos por el paralelismo que se podría establecer con los centros clandestinos de detención de la última dictadura militar. Al respecto nos señala Margarita que “…la trata de personas es igual que la dictadura, son los mismos jueces, los mismos comisarios…la Capital Federal tiene 1200 prostíbulos, el gobierno y la sociedad son cómplices, miran para otro lado”.

En este sentido, hablamos acerca de la importancia de hacer visible este problema a toda la sociedad. Además de la contención a víctimas y familiares, MVT realiza una tarea de trabajo jurídico como entidad patrocinadora y querellante y acompaña todos los momentos del proceso judicial.

Además, y a través de charlas, entrevistas y diversas actividades se trata de visibilizar la trata con fines de explotación sexual, cuyas víctimas, muchas hoy desaparecidas, son en su mayoría mujeres jóvenes, niños y niñas.

Para Margarita, la trata no es otra cosa que la esclavitud del siglo XXI. Podemos decir que la trata, la explotación de las víctimas, el sometimiento que tiene como objetivo el prostituirlas, son la consecuencia del funcionamiento impiadoso del sistema capitalista de producción, en el cual sólo tiene valor la mercancía que se comercializa en el mercado y enriquece a los dueños del capital.

Muchos de ellos son los dueños de los prostíbulos que, bajo el amparo del estado burgués, toman a las personas justamente como mercancías que se compran y venden y, como dice Margarita, se descartan cuando ya no son redituables. Un triste ejemplo, uno más, acerca de cómo el capitalismo y la clase dominante en el sistema, la burguesía, produce indignidad para el ser humano.

Es clara la connivencia de los poderes del Estado con las redes de trata. Dice Margarita: “ninguna chica entra por su voluntad a un prostíbulo. Si nosotros podemos trabajar para terminar con esto, el Estado también debería.”

La obra de personas como Margarita, cuya hija también fue víctima de este horror de la trata, es monumental. Su hija, Susy, fue asesinada en el año 1991, luego de haber estado secuestrada en dos boliches muy importantes de la Capital. Su lucha en búsqueda de justicia es imparable. Hoy dirige MVT, y reclama, como referente de la organización, que la trata de personas sea considerada como un delito de lesa humanidad. “La trata paga campañas políticas”, señala Margarita, y no se equivoca. Hoy, es este un tema que está al orden del día, y empieza a incomodar a muchos funcionarios del actual gobierno burgués. Existen varias muestras de la presencia del Estado, que a través de sus representantes y por acción u omisión, y desde hace décadas, convive con las redes de trata.

En MVT, nos dice, «buscamos encontrarnos con otras familias que padecen del mismo dolor, a la búsqueda de mujeres, niños y niñas desaparecidos». Uno de sus afiches dice: No están perdidas, están desaparecidas para ser prostituidas.

Con justicia y fuerte convicción, sostiene Margarita: “Somos las nuevas Madres de Plaza de Mayo”. Allí las podemos encontrar, con su lucha incesante y su dolor a cuestas, los terceros viernes de cada mes.

Muchas gracias, Margarita, por esta invalorable información, y por tu incesante lucha contra este flagelo, amparado por la complicidad del estado burgués y sus organismos, incluida la policía.

La sede de Madres Víctimas de Trata se encuentra en la calle Santiago del Estero 1662, CABA. Podés acercarte allí a colaborar, o bien llamando al 011-43051449, o al 155 378 7091. Facebook: MadresVíctimasDeTrata

La organización recibe donaciones en la Filial 059 del Banco Credicoop. Cuenta Corriente en Pesos 7074/0 – CBU: 1910059955005900707400 – CUIT: 30-71086853-7

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