El paro docente agudiza y anuncia las luchas que se vienen

La sarta de vagos políticos y periodistas que se paran arriba de un banquito cual eruditos de la vida y sensibilidad humana, que han jugado y juegan para desprestigiar el paro docente, los ha llevado, en última instancia, a tratar a los maestros casi como punteros de la droga, cosa que por un lado termina demostrando el real desprecio que tienen hacia el pueblo argentino.

Los Lanata, los Majul, los Novaresio, los Leuco, etc., etc., sin ningún prurito propagandizaron la actitud de voluntarios, reporteando a un ex oficial de inteligencia del Cuartel 601, obviando su origen… sólo les faltó afirmar que los argentinos somos “Derechos y Humanos”.

O tipos como el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, que afirmó:”No se construye desde la huelga sino desde el trabajo”. ¡¡¡Vago de baja estopa!!!!! ¿Qué pretendes decir? ¿Qué los docentes no trabajan? A ver, Ud., ¿de qué trabaja o trabajaba? Te lo decimos nosotros: de alcahuete de los monopolios.

Pero la cosa no empieza y termina en la verborragia que ha lanzado el sistema, sino en el trasfondo que encarna el conflicto docente, y de ahí el furibundo ataque y el odio que les genera. La burguesía siente que se les quiebra muy fácil el engaño, y su gran objetivo, la famosa productividad, se les puede desmoronar como un castillo de naipes si la lucha docente les quiebra las no paritarias del piso del 18%.

Por eso están tan desesperados, porque en el actual contexto de la lucha de clases, de ahí al quiebre de la gobernabilidad hay un paso muy corto y un futuro inmediato incierto para la burguesía. Ya la agenda política la impuso la agenda de nuestro pueblo y no el establishment político de la burguesía, aún cuando tienen la dominación.

Tan grave les resulta la situación que la Iglesia (como en todos los tiempos críticos de la lucha de clases en nuestro país) saltó a dar su voz oficial tratando de colocarse en una posición bonapartista pidiendo a los docentes “ceder un poco en sus reclamos”, y al gobierno “dar lo que más pueda”. Esta posición tiene una lógica pues el Estado de los monopolios les subsidia los sueldos docentes a los colegios religiosos (que son privados), no sea cosa que a los monopolios se les ocurra ajustarlos también a ellos, y en esa deben ser fieles soldados a los planes del gobierno.

El mar de fondo es uno solo: la escalada de luchas encabezada por los docentes es el inicio, y no el final, de las luchas salariales de los trabajadores en todo el país, lucha que termina siendo fundamentalmente política porque les quiebra el plan político a los monopolios, del cual este gobierno quiere ser héroe y los demás sectores de la burguesía no quieren sacar los pies del plato.

El paro docente de 48 hs nacional es un hecho, y nada ni nadie lo puede frenar. El sindicalismo jugó hasta ahí, lo demás está por venir. No hay que olvidar los 15 días de huelga docente a Scioli que a pesar que los sindicatos respondían al kirchnerismo no pudieron frenar la lucha de las bases, y no les quedó otra que “ponerse al frente”.

Hoy eso quedó atrás pero está la “jurisprudencia histórica” y con un agravante mayor que supera lo electoral (como pretende tramposamente imponer ante la opinión pública el gobierno): el descrédito y desprestigio de este gobierno más la bronca por el ajuste, supera con creces el conflicto anterior.

Este gobierno no tiene ya ningún sustento y ahora juegan nuevos factores en la lucha de clases. El alerta de fuertes tormentas está. Si la burguesía quiere salir con su velero a navegar, que lo haga. Están avisados.

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