Esta madrugada, en el marco de una serie de medidas de fuerza (paro por despidos, suspensiones y aumento de salario) convocadas por la CGT San Lorenzo, Pcia. de Santa Fé, un camión avanzó violentamente sobre el grupo trabajadores que protestaba en el cruce de las rutas provincial 10 y nacional 11, en el acceso norte a esa ciudad.
“Anoche habían varios piquetes reclamando en la zona. El camionero ya había descargado. Volvió hacia donde estábamos, desenganchó el acoplado en una estación de servicio, y con el camión, encaró el piquete donde había aproximadamente 80 trabajadores. Pasó por encima las gomas encendidas y nos atropelló. Muchos alcanzaron a tirarse al costado, pero en el hecho falleció Jonathan Gardini, de 38 años, oriundo de Granadero Baigorria, trabajador de vigilancia privada. Otros cinco trabajadores quedaron heridos internados en el hospital. El camionero estaba lúcido, no estaba borracho ni drogado”. A las declaraciones que se conocieron hoy a primera hora de la mañana se suman la de otros testigos del episodio, quienes contaron que Gendarmería efectuó varios disparos para tratar de detener la marcha del camión. Cuando lograron hacerlo, el chofer quedó detenido y los manifestantes prendieron fuego el vehículo.
Esta terrible noticia ha recorrido durante toda la mañana de hoy, las radios y los programas de TV. Y como no podía ser de otra manera, la burguesía hace uso y abuso de la misma. Y hablamos de un uso bien político e ideológico: que “algún día iba a pasar”, que “el Estado estuvo ausente para dirimir el conflicto”, que “la culpa es de los que cortan la ruta” y seguramente un extenso listado de conjeturas… Lo notorio es que todas, absolutamente todas carecen de un aspecto esencial: un análisis de clase.
El suceso de esta madrugada no fue un accidente, fue un homicidio. El mismo ha sido producto de una mente enajenada. Y esa enajenación no puede verse como un problema “individual” de alguien “desquiciado”, es la consecuencia de la dominación de clase burguesa que padecemos, que machaca y machaca hace años y años sobre la vida y la mente de un pueblo trabajador que vive cada vez peor.
La responsabilidad de esta muerte, como de tantas otras, es de la burguesía, clase dominante, a la que -como ya sabemos de memoria- nada le importa nuestras vidas. Ni esta ni las que se pierden en accidentes de trabajo, o en los femicidios, o en el tránsito, o en los hechos de inseguridad… No es casual que luego de las primeras informaciones, estén difundiendo ahora que el camionero “estaba borracho”…
Es tan obvio que si las condiciones de trabajo y de vida fueran otras, que si no hubiese despidos y suspensiones, si nos respetaran como trabajadores, si la plata alcanzara, no sería necesario hacer huelga ni piquetes, Estaríamos trabajando y compartiendo con nuestras familias, ¡qué más queremos! Pero esto NUNCA nos será “ofrendado” por este sistema, el pueblo trabajador ya sabe que todo lo que conseguimos es con la lucha, cuando nos plantamos y golpeamos sus ganancias. Ese es el único idioma que entienden.
Por eso, la burguesía machaca y machaca con su propaganda, y lo que trata de instalar es que el que lucha, el que hace un piquete, es “el enemigo de los trabajadores»… y de paso cañazo, que “el kirchnerismo está detrás de todo porque quiere desestabilizar”, resumiendo la política a miserables disputas electorales entre burgueses.
Pero volvamos al principio: ¡qué necesario es hacer un análisis de clase que desnude la verdadera esencia de los problemas que padecemos!
Es la única manera de avanzar a paso firme hacia un horizonte político para un verdadero cambio. Y en esta madrugada, así nos lo enseñaban los trabajadores tercerizados de los puertos del Gran Rosario, enfrentando al principal complejo agro exportador del país, denunciando más de 600 despidos y reclamando un aumento salarial del 42%; paralizando los embarques al exterior y el ingreso de granos a las terminales. Lo mismo reclaman los aceiteros, con una suba cercana al 36%.
El paro de ayer, con las protestas y piquetes, bloquearon los accesos en plena cosecha gruesa, extendiéndose desde los puertos de la localidad de San Lorenzo a los distritos de Puerto General San Martín y Timbúes. Desde esta zona se embarca cerca del 80% de las exportaciones del sector agropecuario y agroindustrial, y donde ingresan diariamente más de 10.000 camiones cargados de granos destinados al exterior.
Si esta lacra de los monopolios “están en crisis”… ¡¡qué nos queda a los laburantes!!! No olvidemos que particularmente este sector de los monopolios (como también otros) viene siendo favorecido con múltiples medidas por su gobierno.
Por eso no nos cansaremos de señalar que esta nueva muerte de un trabajador en lucha, es una descarnada expresión de a dónde nos quiere empujar la barbarie capitalista.