Apreciaciones sobre las elecciones 2019 y su relación con Vaca Muerta

Primero recordemos brevemente: (Fuente El Perfil y Clarín) Agosto 2019 – PASO. FF logra el 47,6% de los votos efectivos (35.7 % del padrón); el oficialismo no llega a los 33% (24.75 % del padrón) dejando una distancia de por medio de más de 15 puntos sobre los efectivos (la relación disminuye si se toma el total del padrón).  33.841.837 fue el número total de electores empadronados, de los cuales votaron el 75%, lo que arroja un aproximado de 25,381,377 votos efectivos. (en las PASO de 2015, votó el 72% del padrón).

Si éstos números son correctos, el 25% del padrón que no votó, sería la segunda fuerza en las elecciones PASO, o igualaría el total de votantes de Juntos por el Cambio.

Por el otro lado, en las generales, los datos tienen una serie de modificaciones:
FF logra 12.473.709 votos, 48.10% de los votos efectivos (un 36.8% del padrón electoral), mientras que Juntos por el Cambio suma más de 2 millones de votantes a comparación de las elecciones anteriores: logran 10.470.607 votos, un 40,38% de los votos efectivos  (un 30,09% del padrón electoral total). Aquí unos gráficos sumamente esclarecedores (fuente Chequeado.com y Clarín):

Entonces, lo que podemos ver es que ha habido efectivamente una polarización, y un traspaso de las segundas fuerzas a las fuerzas principales. No podemos saber a ciencia cierta, pero estimamos que los votantes de Espert, Centurión y Lavagna han sido los principales responsables del ascenso del macrismo en términos numéricos. Se puede apreciar fácilmente que la cantidad de votantes de Macri aumentó al menos en 2 millones en los últimos 3 meses. Ésta “polarización” le ha venido bien a la burguesía para instalar la idea de un consenso democrático, o de que el gobierno anterior podría ser oposición política del gobierno entrante.

Por otro lado, la analogía política que hacemos desde la visión del pueblo, es que las elecciones han sido la única herramienta que tenía el pueblo disponible para sacar a Macri del juego; ya nadie quiere las políticas de ajuste y tarifazos, y el voto ha sido la forma en la que se expresó la gente.

Desde un punto de vista político no hay nada que nos asombre: La izquierda ha terminado enterrada en su electoralismo demostrando su incapacidad (o falta de voluntad) de llevar  al pueblo una política alternativa a la de la clase dominante, por un lado, y por el otro su adaptación total al régimen, han perdido votantes en casi todas las provincias (excepto en Neuquén, dónde han mantenido su caudal electoral).

Importante es destacar que el Movimiento Popular Neuquino, partido provincial de mucho poder por sus relaciones con la patronal petrolera y los sindicatos, ha perdido toda representación en la cámara de diputados y de senadores, lo cual se condice con la tendencia de que los partidos provinciales desde hace años son un inconveniente para los monopolios porque a éstos les resulta más fácil centralizar las negociaciones con los partidos nacionales:
¿Para qué ir a hablar provincia por provincia si tenemos a Dios en Buenos Aires? Se preguntan los monopolios. Guillermo Pereyra, secretario General del Sindicato de Petróleo y Gas Privado y actual senador, ha perdido su banca y, con ella, las empresas petroleras perdieron a su principal lobbista en el Congreso de la Nación, como consecuencia, el MPN podría comenzar a perder su influencia, ya que el partido provincial siempre utilizó sus votos en el Congreso para obtener a cambio, beneficios para Neuquén. Otra prueba de esto es el giro de la actual senadora por el MPN Lucila Crexell, quién se habría presentado cómo reemplazo del fallecido cuadro de la burguesía neuquina Pechi Quiroga, pasándose así a Juntos por el Cambio.

Por otro lado, Alberto Fernández ahora oficialmente electo habría puesto a andar el rumor de que el actual gobernador de Neuquén Omar Gutiérrez podría ser el próximo presidente de YPF, durante el próximo gobierno (fuente La Nación); aseguraron esto luego de una reunión llevada adelante en Buenos Aires para seguir discutiendo sobre el “futuro” de Vaca Muerta; el mayor problema en éste momento es la baja del consumo de gas por parte de la población debido al cambio de estación (el gas no puede ser envasado, de manera que los pozos de no convencional-fracking que actualmente están llevando adelante las perforaciones, podrían perderse debido a una falta de mercado). Las multinacionales ya salieron a decir que durante el 2020 “no habrá crecimiento” o, lo que es lo mismo, están avisando que en 2020 no le van a dar un peso más al estado, por lo tanto los monopolios deciden cuánto dinero habrá de las regalías del gas y petróleo, teniendo en cuenta que los datos se registran con la sola declaración de las empresas, sin existencia de control de ningún tipo de cuánto extraen o venden.

Hay que recordar también que Neuquén es un centro administrativo, social, y logístico de Vaca Muerta. Los CEO’s de la petroleras deciden en Neuquén las políticas relacionadas a la explotación hidrocarburífera, por lo cual es una ciudad de gran importancia estratégica para los monopolios.

Sobre las participaciones, es interesante el siguiente gráfico también de Chequeado.com:

Desde el retorno a la democracia, sólo en tres oportunidades votó poco más del 80% de los empadronados (1983, 2015 y 2019), en el resto de los procesos electorales, los que se abstuvieron de votar fueron la primer minoría, es decir que, los supuestos ganadores, en realidad ocuparon el segundo lugar. Esto indica que el rechazo a la farsa electoral, salvo en los casos mencionados, es masiva.

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