“La razón fundamental por la que, pese a la enérgica lucha de nuestro pueblo, las clases dominantes no han visto peligrar su dominación política ha sido la ausencia hasta el presente de una opción revolucionaria de poder que ofreciera a las masas una salida política fuera de los marcos del sistema capitalista. Hasta ahora la clase obrera y el pueblo argentino no han conseguido darse una fuerza política propia de carácter revolucionario. Por ello ha estado sometido constantemente a la influencia de los partidos políticos burgueses y no ha logrado identificar las distintas engañifas preparadas por la burguesía, cayendo en consecuencia en el error, dando su apoyo de buena fe a sus propios verdugos”. Poder burgués y poder revolucionario. Mario Roberto Santucho. 23 de agosto de 1974.
Las reflexiones de nuestro secretario general histórico, Mario Roberto Santucho se podrían transportar a los problemas prácticos a resolver en esta etapa del proceso revolucionario en nuestro país.
Estamos en una resistencia activa frente a la grave crisis provocada por el sistema capitalista que se expresa en infinitas formas. Han pasado décadas de las posiciones políticas expresadas en la introducción y la clase dominante no ha podido, ni ha querido resolver. Por el contrario, ha agravado las condiciones de vida de nuestro pueblo.
Insistimos desde nuestras notas editoriales respecto a la necesidad de desplegar los diferentes niveles de organización política independiente de la burguesía y en ello poner un esfuerzo especial para destrabar la “historia”.
Hablar de los Comités de Base no implica desconocer una serie de organizaciones que nuestro pueblo se va dando y van sumando al torrente revolucionario. Hablamos de organizaciones que luchan por los derechos políticos y que objetivamente son una piedra en el zapato para el sistema.
Los Comités de Base que proponemos resumen también experiencias acumuladas de nuestra clase obrera y de nuestro pueblo no vienen de una abstracción teórica pero sí es una parte fundamental a resolver prácticamente, porque en ellos se condensa la necesidad de constituir organizaciones de base con independencia política.
Los Comités de Base que proponemos para el momento actual vienen a intentar resolver los vacíos que se producen cuando la clase comienza a actuar como clase y en donde la resistencia comienza ocupar un lugar dentro del comportamiento de los trabajadores. Un momento de pasos adelante y de pasos atrás, se gana o se pierde y en esas variadas situaciones permanece el estado de bronca. Una rebeldía que se va madurando.
Entendemos que la burguesía ha desatado toda su furia contra la clase obrera y el pueblo e intentará sostener su conducta de ajuste de cuentas contra las mayorías explotadas y oprimidas. Lo hará abusando del engaño y la mentira y lo hará con la represión en sus más variadas formas.
Pero de este lado de la barricada, fundamentalmente la clase obrera industrial que está resistiendo debe tener claro que en cada lucha hay que producir acumulación de fuerzas políticas que puedan mantener la llama encendida de luchas ya hechas en los planos más diversos y que -hoy por hoy- pasan por los problemas fundamentalmente económicos y de preservación de salud.
En las fábricas que están resistiendo, que golpean y ganan, o en aquellas que perseveran en la lucha y no logran aún el objetivo concreto, o que incluso se ven obligadas a retroceder, pasa a un primer plano la necesidad de acumular fuerzas específicamente en lo político y en ello el Comité de Base juega un papel trascendental.
Cuando hablamos de Comité de Base estamos hablando de un problema político práctico, específicamente de organización con un carácter de masas. Entendemos de entrada que puede adquirir diversidad de formas ya que las experiencias en donde la lucha ha ganado la legalidad política puede caminar mejor y en otras en donde se produce en condiciones de trabajo de un orden fascista los comités deberán funcionar desde la clandestinidad.
Estos Comité de Base, que muchos de ellos surgirán desde la lucha económica, deberán constituirse como herramientas políticas amplias que pujen por dirigir el conflicto político y reivindicativo con independencia de clase.
Para este momento histórico y a modo de ejemplo en un Comité de Base que sabe o intuye que este momento es de resistencia, que debe golpear y que para ello debe romper el aislamiento en su sector, afianzar lazos con otras secciones y entramar su relación directa con los establecimientos más cercanos y los barrios linderos.
Son tareas de los trabajadores dentro del comité y de lo que pueda influir fuera de él, en ello juega un papel preponderante la metodología que exprese de hecho la democracia directa.
Los Comité de Base son los embriones políticos del poder local que en épocas como las de hoy de resistencia, aborda la unidad por abajo y la solidaridad de clase ampliamente desarrollada en nuestras notas.
Estos comités de base deben constituirse primero como núcleo de aquellos compañeros dispuestos a profundizar la resistencia y a la vez en ese mismo proceso de idas y vueltas asimilar la necesidad de acumular fuerzas para ir pegando cada vez con más intensidad y preparando la rebeldía. No se trata de organizaciones de base pasajeras, por el contrario, se trata de pasos necesarios y estratégicos que se sostengan en el tiempo para fortalecer un plano político independiente de clase.
Hoy hay luchas que resisten, inclusos con triunfos en un solo sector del establecimiento, pero logrado ese pequeño pero gran triunfo hay que dejar organización que prepare nuevas embestidas contra la burguesía.
A la vez, ampliar su margen de acción. Ese sostenimiento en organización solo puede caminar en el tiempo si en ellos se trabaja en la independencia política y orgánica de la burguesía. Se vaya asimilando en los hechos que esos Comité de Base se vayan transformando en un referente de los trabajadores.
Hoy en día van surgiendo muchos destacamentos de obreros que luchando están solos, incluso vemos ese fenómeno en parque industriales que a metros de otras empresas no se sabe de la lucha del vecino. Los Comité de Base ya constituidos tienen la tarea de movilizar a esos obreros de la empresa para hacer conocer la lucha, de cómo se están organizando, del por qué acumular fuerzas e ir hilvanando los pasos orgánicos por abajo. Ser parte de ese Comité de Base es ser parte de un movimiento más amplio y más basto para asimilar en lo concreto el poder local.
Es mucho lo que se está haciendo, es mucho lo que la clase obrera y el pueblo están resistiendo y a veces como se puede. Pero es en ese camino de resistencia en donde hay que impulsar organizaciones como el comité descripto que actúen con independencia política e intereses de clase manifiestos.
En un Comité de Base pueden actuar compañeros que pertenezcan a una fuerza política, pero el mismo no es la expresión de un partido. Es como su nombre lo indica un comité político en donde se pueda ir transformando en un referente político de expresión muy amplia y que divide aguas de entrada entre el poder burgués y el poder de la clase obrera y el pueblo. No se somete a la institucionalidad burguesa sino a la democracia directa como norte de la conducta tanto dentro del comité como fuera de él.
En los últimos conflictos en nuestro país se va afianzando la presencia de la clase actuando como clase, y en ello los Comité de Base deben ocupar un espacio desde lo embrionario de nuevos acontecimientos para que esta ola expansiva tome el cuerpo necesario para pasar de una resistencia activa a una ofensiva más amplia.