Una política de represión disfrazada de progresismo: patotas de civil levantan y torturan a obrero de Danone

La comisaría 4ta. de Longchamps -a tres cuadras de la estación de esa localidad- no es cualquier lugar. Fue un centro de detención, tortura, muerte y desaparición de compatriotas en los oscuros años de la más atroz de las dictaduras que haya vivido el pueblo argentino.

Dicho de esa forma no sería diferente a los tantos centros de exterminio y tristes recuerdos, como fríos y tenebrosos testigos que se utilizaron para materializar el genocidio. De hecho, una plaqueta de Memoria Verdad y Justicia en el frente de la comisaria así lo señala.

¡¡¡Pero ojo!!! No es tan así. O tal plaqueta es una formalidad y banalidad que está ahí para que termine siendo una recreación turística progresista, o para que se llenen la boca con los derechos humanos del pasado, o termina siendo una fachada para que en nombre de eso se cometan las primeras avanzadas de la tortura contra la clase obrera que los gobiernos de los monopolios necesitan en un futuro inmediato.

Estos párrafos pueden sonar durísimos. Pero no pensamos que sean tan duros como los golpes y torturas que ahí se cometieron días pasados contra un trabajador de Danone. El mismo estaba ejerciendo una protesta en puerta de fábrica con otro grupo de compañeros, donde una patota (sí, una patota de civil, o ¿Cómo les llamábamos a los grupos de tareas en aquellos años?) lo levantó arbitraria e impunemente, lo detuvo y lo sometió a torturas y vejaciones. Y nada es casual: simultáneamente reprimían a los obreros de Cresta Roja.

Así le sucedió a Pablo Gonzales por solidarizarse con un compañero despedido de Danone (La Serenísima) el miércoles pasado cuando salía de su turno. En realidad, las fuerzas represivas salieron a la caza con sus sin patentes por orden del comisario Alejandro Aguirre… Perdón: por orden de Danone (de hecho tal comisaria cumple adicionales en esa empresa), y como parte de la política de Estado con la que se pavonea Berni (soldadito de Axel Kicillof). Seguimos con la lista: “el gobierno de los derechos humanos” o el gobierno Derecho y Humano, donde por si fuera poco le abrieron una causa penal al trabajador de Danone por resistencia a la autoridad. Ironías si las hay.

Ni hablar del papel de la comisión interna recontra K que no movió un dedo. Y el sindicato de ATILRA, seguro que ni enterado está de las torturas. Burócratas si los hay, rondando a fachos.

Pero no menos preocupante es la indiferencia de algunos organismos de “Derechos Humanos” que solo saltan y ponen el grito en el cielo si todo está enmarcado dentro de sus propios intereses políticos. ¿Dónde están? ¿Dónde se encuentran las figuras estelares que la “caretean” con la cosa juzgada, cuando el muerto ya está bien muerto y el gobierno de turno no les es afín?

Pero nada de esto es una casualidad, aquí ni en ningún lugar del planeta con el tremendo ajuste que le aplicaron al pueblo. Sumado los que nos quieren seguir aplicando, no les cierra sin represión. Porque saben muy bien que más tarde o más temprano la respuesta de nuestra clase obrera y el pueblo no se va a hacer esperar.

Cuidado señorito Gobernador: esto ya es un terreno peligroso y nuestro pueblo no está dispuesto a perder los derechos políticos conquistados que nos costaron mucha sangre. Y no estamos dispuestos a regalárselo a nadie. Ustedes hacen estos ensayos y están como el macrismo que “si pasa, pasa” y de a poco van subiendo la apuesta.

Lo del miércoles pasado es intolerable se lo mire por donde se lo mire. Por lo tanto, exhortamos a las personalidades que se dicen de bien y se preocupan de la no violación de los Derechos Humanos que se pronuncien vehementemente y públicamente, solicitándole explicaciones al gobierno de la provincia de Buenos Aires. Donde lo menos que hay que exigir es que se expulse al Comisario Alejandro Aguirre y se les pida explicaciones a sus patrones: la máxima gerencia de Danone – La Serenísima.

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