Ya hace poco más de un año que comenzó la pandemia, y los trabajadores y trabajadoras del Estado neuquino, entre ellos los de salud, no han percibido los aumentos acordados por IPC durante todo el 2020; habiendo acordado hace unos días, el sindicato ATE, a espaldas del personal de salud, una «recomposición» que no cubre la inflación del año pasado y, por supuesto, no cubrirá la del presente año.
Lo que sí ha aumentado ha sido la nafta (50%), los alimentos, los alquileres, los insumos, y por supuesto, las horas de trabajo.
El sindicato de ATE en manos de Carlos Quintriqueo votó hace unas semanas, y por fuera de las resoluciones asamblearias de los hospitales y demás sectores estatales, un aumento de un 12% más sumas en negro, que según el burocrático empresario sindical representaría un “29%” de aumento, pasando por encima no sólo de los que trabajamos sino de la propia legalidad que expresa que los aumentos no pueden ser sumas no remunerativas.
Lo que verdaderamente puso una piedra en el zapato de Omar Gutiérrez fue su creencia que podría transar con las cúpulas sindicales a la baja y mantener aplastados los salarios de todos los y las estatales, y en un acto de demagogia expresó que daría a todos “el mejor arreglo” que consiguiera cualquiera de los sindicatos estatales.
Ahora el gobierno se encuentra en un brete: salud exige un 40% de aumento, que impactaría en los salarios, inclusive, de la policía. Si ganan los autoconvocados, gana todo el plantel estatal. Y, por si fuera poco, para agregar más leña al fuego, diputados y legisladores de la provincia se auto otorgaron un aumento del 40%, poniendo aún más al descubierto el desprecio hacia la clase trabajadora.
Tampoco contaban con que el apoyo de las comunidades fuera tan masivo.
El día viernes en un acto de violencia represiva enviaron a desalojar la arteria de Vaca Muerta que están cortando el personal de salud de Neuquén capital y apenas circuló la información, toda la comunidad del pueblo de Añelo acudió apoyar el corte para evitar la represión. También se han visto demostraciones de apoyo de docentes, petroleros y cientos de activistas de toda la región.
Los cortes de los autoconvocados se extendieron a toda la provincia, Cutral Có, Plaza Huincul, Chos Malal, Añelo, Neuquén, Zapala, Rincón de los Sauces, San Martín de los Andes, todas las arterias provinciales tapadas de ese pueblo trabajador que reclama por salarios dignos y ponen en jaque la gobernabilidad de los sindicatos y el gobierno del MPN a cargo de Omar Gutiérrez, quién se encuentra entre la espada y la pared. (entre el pueblo y las petroleras a las que sirve).
A pesar de que Pablo Moyano se pronuncia “a favor” de la lucha, en los cortes ha habido tensiones con delegados de camioneros, aunque en la mayoría de los casos los trabajadores que están allí apoyan el conflicto de salud demostrando solidaridad de clase.
Punto aparte merece la actuación en el conflicto de los partidos de la izquierda del sistema, quienes no sólo han boicoteado la asamblea popular que, en forma espontánea y con más de mil personas, se inició el día viernes luego de la marcha a casa de gobierno en la Ciudad de Neuquén, actuando como verdaderas patotas al servicio del poder, atropellando al pueblo e impidiendo la asamblea con bombos, cantos y gritos.
Esta misma actitud han llevado adelante, exigiendo ser parte de las negociaciones, arrogándose una representación inexistente y pretendiendo desconocer el mandato conferido por el pueblo trabajador para tal fin.
Finalmente, la lucha del pueblo trabajador ha provocado que quede en evidencia la podredumbre sindical, quienes, desesperados por cumplir con el mandato de contener al pueblo han dejado al descubierto toda su miseria, entrampados en disputas internas que nada tienen que ver con las necesidades de la clase trabajadora.
Es que las medidas tomadas por los y las trabajadoras no han sido ingenuas. Luego de hacer reclamos formales, marchas, convocatorias, asambleas y no recibir respuesta del gobierno, se implementaron cortes que afectan directamente la producción, lo que provocó incluso un desabastecimiento de nafta en la zona del Valle de Neuquén y Río Negro a las estaciones de servicio de YPF que dependen de la refinería de Cutral Có. El resto del refinado viene de Buenos Aires, por lo que Puma y Shell no tendrían problemas de abastecimiento; si eso declararan sería sólo para presionar al movimiento de la salud autoconvocado.
Lejos de ello, el pueblo y la clase se han expresado de forma contundente, en unidad, con independencia y arrasando con toda la podrida legalidad burguesa, lo que ha provocado que caigan sus mentiras y queden en ostensible evidencia.
Esta crisis de la institucionalidad burguesa no es más que la expresión de todo un sistema democrático representativo que hace agua y que es incapaz de responder por las necesidades del pueblo laborioso.
El «Elefante» (cómo dijo Quintriqueo de forma “despectiva” a la organización de los autoconvocados) no deja pasar los camiones de las petroleras y ajusta la soga sobre el cuello del gobierno del MPN.
Muestra de ello es que, en la tarde de ayer, en una conferencia del gobierno provincial se anuncia el pago por decreto de un bono de $30.000 en tres veces y no remunerativo (o sea, en negro) al que denominan “asignación Covid”. Esta burla –obviamente- sin ninguna consulta a los trabajadores.
Esta imposición ha caído muy mal y generado mucha bronca en el personal de salud que está en estos momentos en los cortes, denunciando que es una medida arbitraria y unilateral. Se preparan asambleas en los distintos cortes. La moneda está en el aire.
Si querés enterarte más en profundidad sobre el conflicto escuchá nuestro podcast “Junto a la Máquina” en Spotify, episodio “La Salud en Camino” donde entrevistamos a Natalia, una trabajadora del Hospital de Cutral Có quién nos cuenta todo lo que ha sucedido.