Unidad de fuerzas y la acumulación desde lo local

El salario que no alcanza, los precios que aumentan, ritmos de laburo que se incrementan y la vida que se deja en la fábrica o en la búsqueda del mango para vivir.

Voces y más voces que se escuchan en las fábricas, en los comercios, en cualquier conversación entre vecinos. Trasciende a trabajadores y trabajadoras con salarios más bajos y pega en varios sectores de la sociedad. La inflación destroza nuestros salarios, pero acrecienta las ganancias de los grupos más concentrados. Siguen deteriorando la calidad de vida de la clase trabajadora.

En la zona Norte del gran Bs. As. hay cortes de luz y baja de tensión en varios barrios de Pilar y Tortuguitas, en la época más fría del año, mientras las grandes industrias utilizan la energía eléctrica a full. Cierre de la fábrica Bimbo en San Fernando dejando por ahora a 300 trabajadores en la calle. Por otro lado, pico de productividad en automotrices y autopartistas. Anuncios de inversiones millonarias como el de la autopartista Mirgor en Baradero, o la de u$s 14 millones de la empresa biotecnológica Biogénesis Bagó en Garín. Compleja es la situación, donde las millonarias inversiones conviven con el aumento de la pobreza, así “funciona” el capitalismo.

La etapa que transitamos es de resistencia activa. Nuestra representación política se da dispersa, los intereses de clases se manifiestan así. Los nuestros por los derechos de trabajadores y trabajadoras por una vida digna, y el de los monopolios y sus gobiernos por incrementar sus ganancias a como dé lugar.

Por eso caracterizamos la etapa como de resistencia activa, donde se seguirán extendiendo las luchas. En la zona norte de Buenos Aires esta resistencia se expresa en trabajadoras y trabajadores del Frigorífico Arrebeef movilizado, paro en Atucha por la muerte de dos trabajadores, lucha de trabajadores de Bimbo por su fuente laboral, mas todas las luchas que se dan por lo bajo y no trascienden.

Política y organización desde la producción. La carencia de una orientación política visible para esas mayorías de la mano de un Partido Revolucionario y de organizaciones políticas de masas que alberguen la unidad de las trabajadoras y los trabajadores puestas al frente del proceso, se hace sentir cada vez más crudamente. Y de ahí se desprende nuestra tarea si es que queremos terminar con esta situación.

Los trabajadores y las trabajadoras no podemos delegar en políticos ni empresarios para que decidan por nosotros. Y de ahí esta el desafío de construir organizaciones obreras desde el pie de la máquina, priorizando la participación activa y la lucha.

Fortalecer el Partido Revolucionario y las organizaciones políticas de masas a partir de las aspiraciones por una vida digna sigue siendo la tarea fundamental. La táctica política que planteamos masificar es. quebrar el ajuste, derribar el techo salarial y profundizar la resistencia activa a lo largo y ancho de nuestro país. Y para avanzar es necesario la organización independiente de la clase y los sectores populares. La unidad de fuerzas y la acumulación desde lo local en donde se asienta el poder material real capaz de hacerlos retroceder.

Por eso sintetizamos las siguientes consignas:

– Quebremos el ajuste

– Derribemos el techo salarial

– Organizarnos desde los sectores o grupos de trabajo. Elegir nuestros propios delegados de base.

– Desde la resistencia activa generar los lazos de unidad entre los trabajadores y el pueblo.

 

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