Libertad a Carmen Villalba

El 4 de noviembre la “justicia” paraguaya dictaminó un fallo vergonzoso, bochornoso desde el punto de vista jurídico, y violatorio de los derechos humanos sobre Carmen Villalba, a quien se le inventó una causa para agregarle 17 años de prisión, tras haber cumplido condena efectiva de 18 años privada de la libertad.

Carmen Villalba es fundadora del EPP, y perseguida desde el 2001 por el secuestro de María Edith Bordón de Debernardi, esposa de Antonio Debernardi, empresario dedicado a la industria de la construcción. Carmen fue detenida en el 2003, y consiguió fugarse de la cárcel Del Buen Pastor de Asunción en 2004, pero al poco tiempo vuelve a caer detenida luego de un enfrentamiento armado.

El 4 de mayo del 2005 recibe sentencia a 18 años de prisión por el caso del secuestro, y se le inicia una nueva causa por el enfrentamiento del 2004. Esta última causa estuvo completamente inactiva hasta el año 2018, por lo que ya estaba extinta cuando se reactiva para montar el fraude.

El 29 de junio sale la sentencia, donde se dictaminan 17 años de prision y, tras idas y vueltas, la justicia paraguaya definió incorporar esa condena para prolongar la privación de libertad hasta 2035. Desde lo jurídico un bochorno: se reactiva una causa extinta cuando Carmen Villalba estaba por cumplir su condena; cumplida la condena se la retiene tres meses sin justificación formal, y ahora se le agregan 17 años de prisión.
Pero esa es la superficie legal de una persecución política muchísimo más grave. El régimen paraguayo está ensañado en perseguir y asesinar a los familiares de Carmen: su hijo Nestor fue asesinado en Formosa en 2010; sus sobrinas de nacionalidad argentina, Lilian Mariana y María Carmen, de 11 años de edad, fueron detenidas y asesinadas el 2 de septiembre del 2020 por las Fuerzas Armadas Paraguayas, en tanto que la hija de Carmen, Lichita, de 14 años, permanece desaparecida desde la redada.

La hermana de Carmen, Laura Villalba, fue detenida mientras buscaba desesperadamente a sus hijas antes de darse a conocer que habían sido asesinadas. La mujer permanece privada de libertad en una prisión de máxima seguridad sin tener absolutamente ningún cargo en su contra, salvo la búsqueda de sus hijas masacradas por el Ejército.

Esta es la verdadera cara del Estado de clase, del Estado burgués que acomoda leyes y fallos judiciales a su antojo para dominar y reprimir a los pueblos del mundo. Idéntica actitud asume el Estado Argentino, que habla mucho de derechos humanos a la hora de hacer campañas electorales, pero que los viola sistemáticamente y, en este caso, trabaja como cómplice del Estado paraguayo. Y eso naturalmente es así, puesto que tanto el Estado argentino como el paraguayo defienden los mismos intereses, los intereses de la burguesía.

LIBERTAD A CARMEN VILLALBA

NO A LA VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS EN PARAGUAY

NO A LA COMPLICIDAD DEL ESTADO ARGENTINO.

Compartí este artículo