Un nuevo ataque del Estado terrorista de Israel contra el pueblo palestino

En medio de la guerra en Ucrania y de las maniobras militares china sobre Taiwán, el mundo hoy posa su mirada sobre un nuevo ataque criminal y genocida del estado de Israel contra la población palestina.

Con el supuesto objetivo de atacar posiciones de la organización “Yihad Islámica”, las fuerzas militares israelíes bombardearon edificios en los que habita la población civil, con un saldo de, al menos, 15 muertes.

Entre ellas, una niña de 5 años.

El ataque sorpresa sobre la franja de Gaza se da en el medio del bloqueo criminal que esa región viene soportando hace ya más de dos décadas.

A la falta de condiciones básicas para la vida humana, como la falta de electricidad o de agua producto de dicho bloqueo, se suma una nueva incursión militar en la que, como siempre, el Estado genocida utiliza el pretexto de su “lucha contra el terrorismo” para, en verdad, seguir sometiendo a la población de Palestina a la ocupación de sus legítimos territorios y a la explotación y sometimiento de su clase obrera y pueblo en general.

En medio de las manifestaciones de guerra en marcha como las mencionadas al principio (y de otras en distintas regiones del planeta), el ataque del día de hoy por parte de Israel corrobora la intención de facciones de la burguesía monopolista mundial de promover la guerra en el plano militar para, en definitiva, dirimir las disputas económicas y políticas que ha exacerbado la crisis capitalista.

Nuestro Partido repudia y condena estas demostraciones de fuerza genocidas contra un pueblo sometido en el plano económico, político y social que, además, debe soportar el crimen de sus hijas e hijos, mientras la llamada “comunidad internacional” mira para otro lado y pone en evidencia el carácter reaccionario del sistema capitalista. Al mismo tiempo que confirma el fascismo desfachatado del que el Estado de Israel hace gala, incluso queriendo legitimarlo con el Holocausto sufrido por ese pueblo durante la segunda guerra mundial.

Así de artera y de siniestra es la burguesía monopolista, en este caso, representada en las acciones criminales del Estado israelí.

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