Crisis «financiera»: el fracaso capitalista

Esta semana el mercado financiero fue una verdadera montaña rusa, con mercados que un día se desplomaban, y al día siguiente se recuperaban de manera “explosiva”. Hagamos un pequeño raconto de los acontecimientos más importantes en el marco financiero:

  • Jueves 09/03: Silvergate Capital Corporation declara en quiebra su banco para las critpo: Silvergate Bank, y las acciones de la casa matriz se desploman un 50%. La entidad operaba en el mercado de las criptomonedas.
  • Viernes 10/03: Se desploman las acciones del Silicon Valley Bank, se trata de la mayor quiebra bancaria desde el Washington Mutual en 2008. El banco operaba en el sector tecnológico, particularmente en start-ups (empresas nuevas de rápido crecimiento, por lo que se consideran inversiones de riesgo) ocupando el puesto nº16 entre los bancos comerciales de Estados Unidos. La gravedad del asunto lleva a que la intervención estatal se produjera antes que termine la jornada, como tradicionalmente se suele hacer en estos casos, declarando que no se van a perder los depósitos. En otras palabras, un salvataje. El impacto sacude los mercados globales, con pérdidas entre un 3-5% para los grandes bancos. Algunas entidades, como el First Republic Bank de San Francisco, o el PacWest Bancorp de Beverly Hills, presentaron pérdidas del 17% y 25% respectivamente.
  • Sabado 12 y Domingo 13: El Bank of London evalúa públicamente la posibilidad de rescatar la sucursal del Silicon Valley Bank en Reino Unido. En Estados Unidos el gobierno cierra el Signature Bank, quien también abocado a las criptomonedas, estaba al borde de la quiebra.
  • Lunes 13/03: El mercado rebota y cierra al alza. El rescate del gobierno de Estados Unidos a los bancos quebrados apalanca el mercado. Por otro lado, el HSBC compró la sucursal del SVB de Reino Unido por tan solo 1 Libra. Sobre el final de la jornada se da a conocer el dato de inflación de Estados Unidos para febrero. El resultado del 0,4% era un poco mayor al esperado, por lo que se espera que la semana entrante se ajuste nuevamente la tasa de interés.
  • Martes 14/03: El mercado se mueve poco, con tendencia alcista. Los rescates surten efecto.
  • Miércoles 15/03: Cuando todo parecía “resuelto”, el Credit Suisse Bank ocupa la tapa de los diarios. Pierde el 24,4% de su valor bursátil. Sobre el final de la jornada solicita un rescate al Banco Nacional de Suiza por US$ 50.000 millones. Las acciones, particularmente de bancos, vuelven a caer en todas las bolsas del mundo.
  • Jueves 16/03: El Banco Nacional de Suiza anuncia que saldrá al rescate del Credit Suisse Bank con US$ 53.700 millones. Larry Fink, de BlackRock, uno de los fondos de inversión más grandes del mundo, declara que el sistema financiero va camino a una crisis crónica “lenta y progresiva”.
  • Viernes 17/03: 11 bancos, junto al gobierno de Estados Unidos, anunciaron un rescate de US$ 30.000 para el First Republic Bank, en una acción inédita de rescate privado hacia otra entidad privada, ante el pánico de que se produzca un crack financiero. Es la burguesía saliendo al rescate de sí misma para evitar un colapso.

 A pesar de esto, la jornada arrancó con una nueva caída del 10% en el Credit Suisse Bank, mientras que el Silicon Valley Financial Group, casa matriz del SVB, presentó la quiebra.

La burguesía está haciendo lo imposible por contener su crisis. Cada mañana anuncian por la radio que “la crisis financiera ya pasó” y a las pocas horas, tan pronto como abre la bolsa, aparecen noticias sobre nuevas quiebras o rescates. Lo que hay es un blindaje mediático muy grande, frente al pánico burgués.

Ahora el problema que tienen es mucho más grave, y es que inexorablemente el sistema camina hacia una profundización de la crisis. En términos prácticos, la Reserva Federal tiene dos opciones.

Opción 1: aumento de tasas de interés

Continúa subiendo las tasas de interés, profundizando la actual crisis bancaria. El aumento de tasas iniciado por la Reserva Federal para contener la inflación produjo un éxodo de capitales que estaban siendo invertidos en el sector tecnológico, y que pasaron a adquirir bonos del Tesoro, lo que redundó en un desfinanciamiento del sector privado.

En otras palabras, los inversores retiran sus acciones de bancos y fondos de inversión para destinarlas a comprar bonos del Estado, que, en este momento, son muy rentables y seguros.

El problema de esta “opción” para la burguesía es que, si la semana entrante aumenta la tasa de interés, el pánico ya existente en el mercado financiero se va a acrecentar, y se va a acelerar la retirada de fondos del sector privado para ser invertidos en bonos del Tesoro. O sea que ésta solución, solo trae más crisis.

Opción 2: congelar la tasa de interés

Si la Reserva Federal decide mantener la tasa de interés, se apaciguarán los mercados financieros, o al menos, disminuirá la histeria bursátil. Pero con esta opción, el Estado se queda sin la principal herramienta con que contaba para manejar la inflación, por lo que la especulación reventaría por el otro lado, por el lado de los precios, y el ritmo inflacionario se aceleraría. Además, los rescates bancarios que está efectuando impulsan la inflación, dado que se pagan con emisión monetaria.

La burguesía se queda sin opciones

Cualquiera de los dos caminos lleva inevitablemente a profundizar la crisis. No importa que se manifieste como un crack generalizado, o como tendencia recesiva o quiebras puntuales que puedan ser parcialmente contenidas. Lo importante es que la crisis seguirá su curso, en un camino que además está condicionado por dos factores: los Estados han arribado a esta crisis con niveles de endeudamiento muy grandes, que vienen desde la crisis del 2008, de la cual el capitalismo nunca se repuso plenamente, y que se agravó con la pandemia. Los rescates estatales tienen poco margen de maniobra en comparación a otros momentos de la historia.

El otro punto es la lucha de clases. La solución final para la burguesía consiste entonces, en última instancia, en disminuir el salario y aumentar la productividad para elevar la masa de plusvalía disponible, y con ello llenar los agujeros financieros. Pero la situación de la lucha de clases está muy lejos de ser la de la década de 1980 o 1990. Los recientes enfrentamientos en Francia contra la reforma previsional impulsada por Macron, las históricas huelgas del transporte en Reino Unido, las grandes huelgas en Estados Unidos (con crecientes niveles de sindicalización), y la generalización del trabajo a desgano o fenómenos como “La gran resignación” (The great resignation) son ejemplos vivos de ello.[1]

Por eso, esta no es una crisis pasajera, sino la continuidad directa de la crisis de superproducción que estalló en 2019 y que, con el COVID, aplazó su manifestación financiera, la cual volvió a emerger en 2022 con la crisis de Evergrande en China.

Esta crisis de superproducción es, al mismo tiempo, la que motiva tendencias belicistas en el capital para impulsar sus negocios, aunque, al mismo tiempo, le genera dificultades de financiación a la propia burguesía para sostener ejércitos que son bancados, en definitiva, con más gasto público, lo cual, a su vez, dificulta las maniobras de rescate bancarias e impulsa el alza de la inflación. Situación que solo se puede salvar, en términos burgueses, con más recorte fiscal. Por eso Macron, por ejemplo, está tan empecinado con su reforma previsional.

¿Cómo sostendrá “occidente” el envío de armamento pesado a Ucrania si no es con más gasto público, que hoy está destinado al salvataje financiero? ¿Cómo sostendrá China una guerra en Taiwán frente a su crisis financiera y frente a la lucha de la clase obrera que estalló a finales del año pasado con la rebelión de FoxConn?

Lo único que puede proponer la oligarquía financiera, es más crisis, más inflación, mayor disminución salarial para sostener un sistema que está roto por todos lados. El capitalismo fracasó, y es un hecho, depende de los pueblos del mundo enfrentar ese fracaso con más lucha de clases para construir una salida revolucionaria. Esa es la única alternativa verdadera para el pueblo trabajador.


[1] Para más información sobre conflictividad laboral internacional, ver nuestro dossier, disponible en https://prtarg.com.ar/wp-content/uploads/2023/03/Dossier-Internacional-Reporte-3-Marzo-2023.pdf

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