Tomas Sankara y una brisa de cambios que se expande en Africa, muy lejos de los golpes de Estado.

En Nigeria acaba de producirse el sexto golpe de Estado en Africa en poco tiempo.

¿Porque el título de la nota? Cabe recordar que Tomás Sankara (gobernó del 1983 al 1987) fue un miltar Burquines Marxista, que desplegó un proceso revolucionario de gran alcance continental y que luego fué asesinado cuatro años más tarde por las fuerzas reaccionarias pro imperialistas de la época.

Actualmente en ese mismo país que lo vió nacer un joven militar el Capitán Ibrahim Taoré revindica las banderas revolucionarias y antimperialistas del año 1983 provocando un fuerte temblor en toda la región del Shael africano.

Pero esta sucesión de golpes de Estado en ese continente tienen un denominador común: sus pueblos están en las calles reclamando cambios profundos. Las viejas influencias colonialistas  son rechazadas por las multitudes en las calles. Crisis política.

Las “democracias” burguesas que se impusieron tras levantamientos populares de los años 70 y 80 del siglo pasado han fracasado una tras otra, al igual que los intentos posteriores a la revolución árabe del 2011. El mejor ejemplo es el de Tunes que hasta hace muy pocos meses era el ejemplo de Africa con las banderas de democracia de occidente. Hoy ya han irritado al explotado y oprimido de ese pueblo africano.

Pero Africa sigue siendo de apetencia imperialista por sus recursos humanos y materiales, existen otros actores que se han agregado a la rapiña de otra epoca histórica, que  además de la apetencia de materias se le ha sumado la necesidad de producir a bajos salarios en esos territorios.

A viejos paises colonialistas e imperialistas como EEUU, Francia, Inglaterra, Alemania entre otros se les han sumado China y Rusia. Las guerras interimperialistas se trasladan a Africa y varios focos de tensión se han extendido y profundizado en los últimos tiempos.

Pero en ese entuerto de intereses aparecen  los pueblos del continente y a esas expresiones antimperialistas, aún no muy claras que se suceden en los Estados, se anuncia que la lucha de clases se profundiza fronteras adentro de cada país en cuestión.

Hablamos de  Africa del Sur, Nigeria, Argelia, Marruecos, Tunez, Sudán, Etiopía, Senegal  solo para nombrar  algunos de ellos y que en su conjunto más amplio desestabilzan el camino recto que quieren adoptar las potencias imperialistas para la dominación en otra escala del continente “negro”. Se arman y desarman alianzas que parecían estratégicas,   y de la noche a la mañana y amodo de ejemplo Sud Africa realiza movimientos militares con Rusia y China. Algo impensado hasta hace muy poquito tiempo.

Tomás Sankara “reaparece” en Burquina Faso, pero su impronta recorre el Shael en esos pueblos que han salido a las calles a repudiar el colonialismo y la intervención de décadas con nuevos y más serviles engaños.

Mientras las guerras intermonopolistas tienden a ampliarse no es menos cierto que en las expresiones de cansancio aparezca la imagen liberadora del revolucionario Marxista Sankara.

Todo es muy reciente, incluso  la miserable huida de Francia de Malí, como fué la de EEUU de Afganistan. Hoy sucede también  en Niger, con un golpe militar en donde el pueblo salió a apdredear la embajada francesa. Pero cuando hablamos de que todo es muy reciente lo decimos en términos de expresiones superestructurales, a nivel de Estados, pero de ninguna manera las expresiones actuales de luchas de clases “son recientes” en ese continente. La “revolución” Arabe del 2011 no fue en vano y las banderas de la democracia directa como en Sudan se siguen levantando día a día.

Africa está mostrando reservas insospechadas de resistencias de sus pueblos que son hijas de épocas como la de lider revolucionario Tomás Sankara  y  la más recientes del 2011, y de otras gestas revolucionarias de los años posteriores a la segunda guerra mundial.

El hoy en Africa es la esperanza que también en esas condiciones terribles de vida que padecen sus pueblos no solo los “discursos antimperialistas” se vayan sucediendo uno tras otros sino y sobre todo que sus pueblos reafirmen su espíritu liberador.

 EEUU, Francia, China, Rusia, Alemania están enfrascados en Africa porque es el baluarte necesario para achatar el salario a nivel planetario, la mano de obra intensiva para las obras de infraestrucrura que agilicen el saqueo de las materias primas también se está traduciendo en una mano de obra en la manufacturea  a bajo salario que ubique a ese continente como referencia de lo que se debe ejeecutar como salario mundial.

Los tiempos políticos vienen cambiando aceleradamente y a esta altura de la lucha de clases la guerra entre Rusia y Ucrania no debe ocultar los procesos que se suceden desde la lucha de clases en todos los continentes. Nuestra clase obrera y nuestro pueblo deben conocer que las voces antimperialistas de los Sankara en el Shael y del pueblo sudanés comienzan a recorrer un nuevo camino de expectativas de cambio  en la humanidad.

 

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