¿Cuál es el verdadero saqueo?


En las últimas 48 horas se están produciendo saqueos en varias provincias del país y la clase dominante quiere embretar a la población en un debate que se distancie de los acontecimientos que verdaderamente conmueven a las familias trabajadoras.

¿Qué hay de genuino y qué no? Lo iremos sabiendo con el correr de las horas, aunque la crítica situación que se está viviendo es caldo de cultivo para cualquiera de las posibilidades.

Pero de lo que la clase dominante no habla es del verdadero saqueo al que nos tienen acostumbrados. El mismo que como “frutilla del postre” nos clavó una devaluación al salario y a su poder de compra de un 22%. ¡Terrible saqueo al bolsillo!

La maratón del saqueo no solo ha tenido continuidad con los diversos gobiernos, sino que por estas horas el candidato oficialista Massa, se está sometiendo a la firma de nuevas medidas de ajuste que requiere el capital financiero. Todo el arco político de oposición, los famosos “tercios” ya han rendido cuentas a los organismos internacionales prometiendo dar continuidad al ajuste o –mejor dicho- al verdadero saqueo.

El gobierno ha entendido que por abajo la cosa está “caliente”, y la oposición -de una u otra manera- va por el mismo andarivel de pensamiento. La actual situación está llevando a un nuevo proceso de lucha proletaria en el que ya se ha introducido en algunas protestas la autoconvocatoria con ciertos grados de organización.

Por allí comienza a estar el verdadero movimiento proletario, en donde los niveles de organización están haciendo pie. Lo espontáneo y lo organizado de tales medidas de fuerza se van entremezclando.

Eso es lo que le duele a toda la institucionalidad burguesa. Es una piedra en el zapato, aunque aún esas metodologías no sean las determinantes. Hablamos del rumbo, de la predisposición a salirse del “redil” y de las trampas que tiende la clase dominante.

Las y los revolucionarios trabajamos para que los caudales de bronca y malestar se acumulen en el terreno en donde más le duele a la burguesía monopolista, entendiendo que la misma tenderá a socavar o provocar situaciones que intenten justificar el desmantelamiento de las primeras bases de organización autoconvocada.

Es en ese sentido que la lucha es de todos los días y hay que robustecer las fuerzas políticas independientes aún embrionarias.

Los derechos políticos se defienden y se conquistan poniendo ladrillo sobre ladrillo en la construcción de organizaciones políticas independientes que puedan perseverar en el rumbo de la lucha política por el poder. Esa es la garantía de una acumulación de fuerzas que tenga claro el porqué de cada enfrentamiento.

La burguesía -aliente o no aliente los saqueos- está jugando con fuego. Pero independientemente de ello las y los revolucionarios alentaremos el enfrentamiento desde el proletariado, fundamentalmente desde la clase obrera industrial que ya ha emprendido el complejo camino de dirigir sus golpes políticos para elevar la conciencia y su organización en función de un proyecto que esencialmente es lucha por el poder.

Hoy por hoy hay que mantener firme el timón para que esa bronca acumulada se exprese en donde la clase dominante saquea la riqueza de la fuerza de trabajo humano. Allí hay que tocarle los intereses para frenar cualquiera de sus planes.

Saquean la fuerza humana de trabajo (única generadora de riquezas) y saquean la naturaleza “con la Constitución en la mano”. Del día a la noche nos meten por la ventana un tema que siendo tan sensible a las y los trabajadores es utilizado para desviar el verdadero debate. Incluso para justificar hechos represivos que apunten a la lucha ya emprendida por la clase obrera y el resto del pueblo oprimido.

Compartí este artículo