Tasa de ganancias y “deslocalización”


El monopolio automotriz Stellantis es dueña de Fiat, Alfa Romeo, Lancia, Maserati, Abarth de FCA, Jeep, Chrysler, Dodge, RAM de FCA, Peugeot, Citroën, DS, Opel y Vauxhall del Groupe PSA; más autopartistas en Italia como Fiat Powertrain, Fiat Professional, Comau, PCMA, Sevel Sud, VM Motori; en Turquía TOFAŞ; en EE.UU. Mopar, SRT; en Francia Peugeot Cycles, Faurecia, Free2Move, Peugeot-Citroën Moteurs, Sevel Nord; en Irán IKAP; y en España Mecaner, por mencionar solo algunas ramificaciones de esta transnacional.

Por estos días la industria automotriz en EE.UU. se ve atravesada por un conflicto obrero de tal magnitud que ya le acertó un golpe a las contradicciones de la burguesía: el actual presidente del país y el anterior opinaron y se cruzaron sobre el conflicto.

Lucha que si bien es histórica no es nueva en el sector automotriz: en 2019 las y los trabajadores de General Motors llevaron adelante una huelga extraordinaria (ver: https://prtarg.com.ar/2019/09/16/huelga-en-general-motors-en-eeuu-un-golpe-proletario-que-trae-dolores-de-cabeza-a-los-monopolios-a-nivel-mundial/).

Esta nueva vuelta de tuerca en la lucha de clases aparece atravesada por la “deslocalización” concepto relativamente nuevo, aunque la idea de la burguesía detrás de su significado no lo es. “Deslocalización” significa: “Trasladar una producción industrial de una región a otra o de un país a otro, normalmente buscando menores costes empresariales”. En pocas palabras: bajar los salarios.

En este mismo sentido, en las empresas de Stellantis radicadas en Francia realizaron una huelga exigiendo medidas por las condiciones de trabajo que están padeciendo por la ola de calor, debido al Cambio Climático. Algo que la burguesía niega desde sus usinas ideológicas, pero sin embargo tiene en carpeta la implementación del “Plan de Calor”, para paliar sus efectos.

En la ciudad de Urduliz, del País Vazco, en España, los y las trabajadoras de la autopartista Mecaner realizaron el 15 de septiembre una huelga con movilización a las puertas de la planta, luego de saber que la empresa se mudaría a China, dejando 148 familias sin un ingreso salarial. Como los salarios son más bajos en el país asiático, la indignación es total y denuncian “la avaricia empresarial”.

De lo que se trata para la multinacional -y es una “guía” de un sistema brutal- es de mantener la tasa de ganancias a costa de la calidad de vida de miles y miles de obreros y obreras.

Este plan de lucha continuará el 21 de septiembre y 7 de octubre, llevando el conflicto ante las narices de las instituciones burguesas, que hasta ahora se han mantenido cómplice mente calladas.

También en Italia, la clase obrera de una de las empresas que posee Stellantis en dicho país comenzó una huelga por seguridad y estabilidad laboral, y falta de insumos.

Está claro que la verdadera resistencia a todas estas maniobras sólo vendrá de la unidad en la acción de la clase productora y sus familias, basada en la organización y la movilización contra estas medidas. No aceptando la acuciante angustia de no llegar a fin de mes ni la impiadosa decisión de dejarnos sin trabajo solo porque para mantener sus ganancias.


(En nuestra sección ¿Qué pasa en el mundo? nos proponemos ir sintetizando periódicamente algunas expresiones de la lucha de clases, reflejando que sigue viva y es el motor de los grandes cambios que necesita la humanidad. Mira el último Reporte de la 1ª Quincena de Septiembre –  https://prtarg.com.ar/wp-content/uploads/2023/09/Dossier-1%C2%B0-quincena-de-septiembre-2023.pdf)

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