El generalizado repudio al video difundido por el gobierno en torno al terrorismo de Estado no hace más que expresar -contradictoriamente- el profundo pensamiento democrático existente en explotados y oprimidos.
La lucha de clases se expresa en varios terrenos y es justamente en el plano ideológico en donde “mejor se siente” la clase dominante. Lo que no pueden resolver estructuralmente es la crisis en el plano político- aunque tengan permanente iniciativa-, porque descargan su odio de clase y profundizan la guerra de clases en el plano de las ideas.
Allí les ha ido muy bien porque en la vida real, en la vida cotidiana, se ha impuesto la democracia burguesa o democracia representativa como única forma de gobierno que ampara a toda forma que adquiera el Estado en cada etapa la dominación de clase burguesa. Populismo, reformismo, “derecha” o “izquierda” se han instalado en la sociedad como el “sentido común” de gobernanza.
Pero el video difundido por el gobierno ha entrado en un terreno que es advertido por grandes mayorías como un punto de inflexión sobre el Nunca Más, una consigna histórica sentida por millones.
La respuesta estuvo en la calle ayer, no hizo falta esa provocación para llenarlas en cada rincón del país con fuertes movilizaciones que expresaron el enraizamiento del verdadero espíritu democrático de nuestro pueblo.
El video del gobierno es acto impune que, por primera vez en décadas, coloca el terreno ideológico en el que hacen pie en un cono de sombra. Han abierto un vendaval político, pero también ideológico y de eso -en el corto y mediano plazo- no se vuelve.
La clase dominante entró en un terreno fangoso para intentar profundizar su dominación ideológica, pero está obligada a mancharse porque el plan de gobierno así lo exige, un plan que necesita legalizar y consumar la violencia del Estado con un cierto aval de masas.
Centenares de organizaciones de base se hicieron presentes en las plazas este 24 de marzo, y este mismo lunes las fuerzas verdaderamente democráticas están saliendo al cruce del plan de gobierno.
Paros, movilizaciones, protestas de todo tipo y con diversidad de metodologías. Y es en ese caminar de la resistencia en alza que las y los revolucionarios alentamos también la lucha ideológica contra la burguesía, que en última instancia sigue aprisionando las ideas de cambios revolucionarios.
El video es impune y no es casual. Apunta contra lo que ya entienden que se está viniendo por parte de nuestro pueblo y es allí que se plantan en un anticomunismo feroz que enceguece hasta a los más lúcido del poder.
Ya son varios meses que, en las fábricas, en los lugares de trabajo se ha comenzado a hablar de clase obrera, del papel que se debe jugar en situaciones como las actuales. Hasta las burocracias empresariales ya hablan de la “columna vertebral” de la sociedad cuando hasta hace muy poquito negaban su existencia. El “fuego sagrado” de la bronca viene de muy abajo, no se ve, pero la burguesía lo siente.
En lo ideológico flota en el aire un punto de inflexión y en el video ese odio de clase se manifiesta en cada uno de sus pasajes siniestros.
Cuando hablamos de punto de inflexión es porque a la deteriora crisis política estructural se les suma un nuevo frente de batalla a la clase dominante. En el hoy las y los revolucionarios multiplicaremos las fuerzas para seguir debilitando el andamiaje ideológico del poder.
El video mostró debilidad a pesar de su “barbarie”. Las argumentaciones negacionistas se chocan con una fuerte realidad con centenares de miles en las calles.
Con esta propaganda el gobierno advierte sobre nuevos avances represivos, con la ley en la mano, con las medidas que pretende institucionalizar.
Allí se embarraron y se seguirán embarrando, cuando en esa guerra de clases las aspiraciones democráticas de la sociedad vayan encontrando una referencia nacional de lo que ya se multiplica por abajo. Que es la democracia directa, la autoconvocatoria y que este 24 de marzo ha sido un ejemplo claro de los caminos a seguir.
