De la crisis, a la descomposición y el desmembramiento político

¿Cómo denominar lo que está pasando y que se expresa en el reclamo público por conflictos salariales en las fuerzas de Prefectura, Gendarmería y otras, y que ya tiene antecedentes en distintas fuerzas policiales provinciales?

¿Cómo denominarlo sino como una crudísima expresión de la crisis política? Decimos esto porque lo que están expresando estos hechos es el comienzo de un desmembramiento, el comienzo de un desmoronamiento en las instituciones del propio Estado monopolista. No pueden mantener subordinada ni a las propias huestes que tienen a su servicio, y aparecen así estos quiebres en la propia tropa en donde ellos como clase, tienen asentado su pilar represivo mercenario, con el que intentan mantener el sometimiento del conjunto del pueblo.

La descomposición de las propias estructuras del Estado monopolista está dando muestras y signos de ingobernabilidad, generando una inestabilidad permanente que –en el marco de una situación general de masas en donde prima la confrontación- queda de manifiesto que el gobierno de los monopolios comienza ha hacer agua por todos lados a causa de que por abajo está todo podrido.

Su incapacidad y una marcha errática –que hasta podríamos caracterizar como de increíble- tratando de justificar lo ocurrido debido “a un error interno administrativo”, no es otra cosa que tratar de seguir barriendo la basura debajo de la alfombra; algo que nadie se cree y que por ende deja al descubierto que no pueden resolver ninguno de los problemas en los diferentes frentes de tormentas que se les abren como hongos por todos lados. Y nos referimos a los problemas políticos de fondo que subyacen, más allá de que se destraben o no los reclamos económicos.

La situación general de lucha que lleva adelante nuestro pueblo, en donde hoy podemos mencionar las recientes movilizaciones de los estudiantes en la Ciudad de Buenos Aires, el decidido conflicto de los trabajadores estatales de la Provincia de Buenos Aires, las actuales luchas de los petroleros en Cerro Dragón, las movilizaciones en Comodoro Rivadavia, Chubut, los reclamos de los trabajadores en la Minera Vale en Mendoza, entre tantos otros conflictos (que intentan infructuosamente ocultar) y que están minando de igual forma la esencia del sistema, van mostrando una pérdida total de respeto al poder dominante y son los que están comenzando a quebrar todas las instituciones del Estado burgués.

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