El Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires fijó que el monto de un plato de comida por alumno en las escuelas sea de 24 pesos y anunció que en mayo aumentará un 12% ese valor. O sea, pasará a $ 26.88. Si alguna vez la burguesía y la runfla de funcionarios a su servicio quisieron mostrar con cuánto debe alimentarse a los hijos de los trabajadores para justificar las reducciones salariales y las extorsiones laborales, esta es una expresión cabal de ello.
El abandono edilicio de gran cantidad de escuelas de la Provincia de Buenos Aires está inscripto también en estos conceptos ideológicos de la clase de la burguesa. Los funcionarios de turno se presentan frente a todos con frases como “condiciones estructurales críticas y lamentables” y otras por el estilo, y al mismo tiempo que intentan -con esas frases- disimular y esconder la concepción inhumana que encierran como clase explotadora, que vive a expensas del trabajo ajeno intentando disimular el sometimiento al que quieren llevar a los trabajadores y sus prole. O sea, intentan esconder que toda su acción como clase en el poder, es educar a las generaciones venideras en las condiciones de carencias más elementales y básicas, en condiciones de absoluta inhumanidad.
Los alumnos -es decir los niños y adolescentes- que deben asistir a escuelas en pésimo estado y en muchos casos sólo para comer lo poco que se les da, sufren en carne propia las condiciones humillantes de la explotación a la que están sometidos sus padres, al ver el claro abandono que exponen las escuelas.
Carentes de los más elementales recursos, como calefacción, agua potable, baños dignos, iluminación, redes de gas, y acostumbrados a las suspensiones de las clases por goteras, inundaciones, estructuras que se caen a pedazos y poca alimentación, deben adaptarse a este clima de carencias y pobreza que pinta de cuerpo entero a la clase burguesa y al Estado a su servicio, es decir, a sus políticas de clase.
Pero además también están los docentes y auxiliares que sufren estas condiciones “lamentables”, y al mismo tiempo deben soportar como trabajadores la extorsión y el apriete, las rebajas salariales, los sumarios y las traiciones gremiales de la burocracia, o sea, el conjunto de las políticas que la burguesía monopolista impulsa contra la clase obrera y el pueblo.
¡¡Apenas medio dólar por un plato de comida expresa mucho más que la cifra en sí!!
Porque no sólo hace referencia a las condiciones indignantes de vida sino porque representa la ambición más brutal del capital monopolista y de su Estado, que es la de someter y doblegar a los trabajadores a su condición de dominación y oprobio. De eso trata el devenir en el que la burguesía invierte sin descanso sus mayores esfuerzos ideológicos.
Por ello le duelen las luchas y las conquistas de los docentes, el protagonismo de los alumnos y del pueblo de Salta, o el camino trazado desde su independencia política y organizativa frente al aparato sindical que comienza a reflejarse en las movilizaciones de los docentes y alumnos en Chaco. Las tomas de escuelas por padres y docentes en Moreno que -como un poder de las bases e independiente- no sólo se enfrentan al incompetente intendente K, Walter Festa, sino también a la propia gobernación provincial, al determinar en qué condiciones deben estar las escuelas para el inicio de las clases. Evitando que comiencen allí donde las condiciones que ellos exigen no estén dadas.
Los esfuerzos de los funcionarios municipales y provinciales, del Ministerio de Educación, de la propia gobernadora con sus miserables propuestas salariales, de los sumarios y aprietes para hacer enfrentar a los docentes contra los padres, el Estado y todo su putrefacto mundillo burgués… chocan con una realidad incontrastable que es la decisión las masas de rebelarse frente a este cuadro de situación.
Porque el marco de movilización crece y porque aún a pesar de sus promesas electorales, de los parches, de las lavadas de cara, y los cambios de modelos que tales promesas prometen, se sabe, se intuye y se comprueba a diario, en la calle, en el enfrentamiento, en la acción y organización genuina, que de la mano de la burguesía nada tiene solución.
Si las políticas de Estado son un medio para la dominación y tiene claras expresiones ideológicas en la conformación institucional y orgánica de las mismas, las formas de lucha independiente, asamblearia, con ejercicio de la democracia directa y en función de los propios intereses como trabajadores, representan avances y formas de lucha que contienen las premisas materiales de la ideología del proletariado. Es decir, de clase para sí.