Informe de CEPAL: Tendencias de la crisis actual.

Recientemente la CEPAL publicó un informe[1] que confirma todas las tendencias que venimos señalando en materia de concentración económica durante la crisis actual.[2] Allí se indica que cerca de 2,7 millones de empresas verían la quiebra, de las cuales 2,6 millones son microempresas (menos de 9 empleados) contra solo 406 grandes empresas que presentan dificultades, lo que da señal del enorme proceso de concentración que se está operando.  En total, la CEPAL prevé una pérdida de 8,5 millones de puestos de trabajo.

Dentro de los sectores más golpeados de la economía es el sector de comercio, uno de los menos concentrados de la economía regional, algo que venimos manifestando en forma reiterada desde nuestra página.

La preocupación de los capitalistas se centra en una posible caída de la cadena de pagos a niveles locales, regionales y globales. Al respecto, el informe nos dice que en Colombia el 82% de las empresas formales podrían subsistir solo uno o dos meses más con sus recursos, que en Brasil el 55% de las empresas industriales tiene dificultades para acceder al crédito, en Chile el 44% de las empresas presentan un estado financiero crítico y en Uruguay el 59,4% de las empresas de comercio y servicios enviaron a sus empleados a seguro de desempleo.  El informe presenta un cuadro con los montos anunciados para créditos al sector privado. Cabe aclarar que la metodología utilizada no está descrita.

Como puede verse en la tabla, países “neoliberales” y de “derecha” como Chile han anunciado suculentos desembolsos en materia de créditos al sector privado. Debemos señalar que, de acuerdo a la fuente que se consulte, estos porcentajes del PBI pueden variar. Algunas fuentes señalan el desembolso ya realizado en Argentina en un 4,8%[3] del PBI, otros informes anuncian un 5,6%[4] y para Chile algunas fuentes dan el 7%[5] o el 15%[6], es decir, existe una especulación TREMENDA en cuanto a cuánto a los gastos estatales en materia crédito. Pero de lo que no cabe absolutamente ninguna duda es de la decisión de la burguesía de utilizar a los Estados para salir a financiar la creciente deuda privada. Y en esta decisión política no hay gobiernos ni de izquierda ni de derecha: hay gobiernos de la burguesía y punto.

Como “propuesta” para afrontar la crisis, la CEPAL propone todas medidas de financiamiento estatal y rescate de empresas, en donde si bien menciona de pasada los subsidios a los trabajadores autónomos, remarca la necesidad de financiar a grandes empresas por el papel que cumplen en la economía. Pero lo que viene a continuación es una joya:

“A fin de apoyar a grandes empresas viables con problemas de liquidez, se debe aumentar la eficacia del mercado de capitales para generar mecanismos de financiamiento más flexibles; por ejemplo, la emisión de bonos o bonos convertibles en acciones, que generalmente tienen un menor costo para el deudor. En momentos de gran incertidumbre es crucial la transparencia de los mercados, es decir que los inversores tengan acceso a información financiera sobre la empresa, con respecto, por ejemplo, a los niveles de precios, la profundidad del mercado y los informes financieros auditados. Por su parte, el fortalecimiento de los mecanismos de regulación permitiría a los reguladores monitorear si los niveles de capital y liquidez son los adecuados, así como la eficacia de la gestión del riesgo por los consejos de administración. El aumento de la transparencia y la mayor eficacia de la regulación pueden complementar las medidas de reactivación en tanto aumenten la confianza de los posibles inversores.”

¡Hermoso! Como se prevé un aumento de la especulación y se desconoce por donde pueda venir el próximo crack piden más transparencia para aumentar confianza en los mercados y quitarles volatilidad. Las medidas que “proponen” para brindar “transparencia y eficacia”, “gestión de riesgo” y unas cuantas frasecitas más, no son otra cosa que los intentos que ha realizado la burguesía tras cada una de sus crisis económicas para intentar apaciguar la volatilidad del capital financiero.[7] Esta es su propuesta de salida a la crisis ¡que lindos pibes, tan inocentes!

A continuación, nos dicen algo referido a las “profundas transformaciones” que sufrirá el capitalismo producto de la crisis. Algo que destacan varios medios de comunicación:

“Las cadenas de valor han sido un eje fundamental del proceso de globalización. Sin embargo, la crisis modificará la interdependencia de la economía mundial. Es probable que en la etapa de reactivación se rediseñen las modalidades de división internacional del trabajo.”

Ese cambio en la división internacional del trabajo, que muchos organismos de la burguesía achacan al virus, en realidad se trata de la disputa intermonopólica mundial, cristalizada en las guerras comerciales, en la crisis de los minerales en 2019 y en las guerras comerciales. No puede operarse bajo el capitalismo una transformación en la división internacional del trabajo que implique menores grados de socialización de la producción, es decir, mayores grados de integración nacional en detrimento de la producción global unificada que destina determinados centros para desarrollar escalados productivos de determinados procesos. Y no puede suceder así no por capricho nuestro, sino porque ello atenta contra la cuota de ganancia del propio capital en cuestión. Disminuir el escalado implica disminuir la productividad, es básico. No se puede deshacer el proceso de integración capitalista mundial, sería como plantear, por ejemplo, que de la gran producción agrícola intensiva ahora debemos pasar a la pequeña producción campesina, so pretexto de no generar un excedente productivo nacional, es decir, de limitar las exportaciones.

Si sucede un cambio en la división internacional del trabajo, cosa poco probable pero nunca descartable, no será producto de un virus sino de las propias contradicciones del capital en esta nueva etapa superior del imperialismo. Los cambios que sucedan serán producto del entrecruzamiento mundial y la diversificación de los grupos económicos y los fondos de inversión en todo el mercado mundial; de la agudización del proceso de concentración económica; del bando que termine como vencedor en la lucha intermonopólica; y del grado de control que unos grupos económicos puedan tener sobre los distintos Estados Nación para aventajar y/o aplastar a otros grupos en la competencia intermonopólica.

En todo este proceso la explotación de los pueblos, el saqueo de los recursos naturales y el creciente autoritarismo como forma de dominación, serán una constante que bajo el nombre de BlackRock, Goldman Sachs, Vanguard, Fidelity Invesments, Allianz Group o fondos “estatales” como Qatar Holding o el mismísimo Estado chino –personificación de otros tantos accionistas tapados bajo esa figura- quienes oprimirán a los obreros bajo el logotipo de una u otra facción del capital, vestidos de proteccionistas o de liberales, de rojos populistas o de águilas de guerra. Sin importar su investidura, la explotación seguirá sobre el tendal de muertos, desocupados, y explotados, que ya existe y que se profundizará con la agudización de la crisis económica. Nada diferente le espera a la humanidad bajo la sombra de este sistema de explotación que es el capitalismo. Nada más nos puede ofrecer la burguesía y su consumismo desenfrenado. Luchar por la abolición del capitalismo está lejos de ser una utopía adolescente, al contrario, lo utópico es esperar que el capitalismo nos ofrezca algo más que miseria. El “capitalismo humanizado” y la intervención estatal de la que nos habla el progresismo no es más que el subsidio directo a las grandes empresas y el salvataje al sistema capitalista pagados con las lágrimas de los explotados.

[1] https://www.cepal.org/es/publicaciones/45734-sectores-empresas-frente-al-covid-19-emergencia-reactivacion

[2] Ver https://prtarg.com.ar/2020/07/03/coronavirus-y-concentracion-economica/  y https://prtarg.com.ar/2020/04/09/que-sectores-se-veran-mas-afectados-por-la-crisis-capitalista/ entre otras.

[3] https://www.infobae.com/economia/2020/04/28/el-paquete-de-asistencia-por-el-coronavirus-llegara-al-56-del-pbi-segun-un-informe-del-gobierno/

[4] https://www.infobae.com/economia/2020/04/28/el-paquete-de-asistencia-por-el-coronavirus-llegara-al-56-del-pbi-segun-un-informe-del-gobierno/

[5] https://www.lanacion.com.ar/economia/coronavirus-las-recetas-economicas-region-enfrentar-pandemia-nid2353687

[6] https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/coronavirus-10-paises-mas-han-gastado-enfrentar-nid2367018

[7] Luego de cada crisis económica en los últimos 30 años, la burguesía ha intentado sin éxito regular o mejor dicho amortiguar la especulación financiera. Tras la crisis de las puntocom en el 2001 se sanciona la Ley Sarbanes-Oxley en Estados Unidos (2002), Basilea II (2004) la elaboración de las Normas Internacionales de Contabilidad (NIIF) durante todo ese período, y sus distintas aplicaciones. Luego de la crisis del 2008 se realiza Basilea III (2010) y se impulsa la obligatoriedad de aplicación de las NIIF a nivel mundial. Todo esto con el objetivo de amortiguar quiebras y fraudes financieros que puedan interrumpir la cadena de pagos. Como puede verse, todos esos intentos han fracasado una y otra vez. No se puede luchar contra la ley fundamental del capitalismo: la competencia.

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