Datos de la burguesía que acusan las magras condiciones de vida que tenemos que cambiar


El 21-09-2023, el INDEC publica que el ingreso promedio per cápita del total de la población es de $87.310,00.

La base de este cálculo lo constituye la cantidad de 29.398.839 personas que es a la que se refiere la encuesta permanente de hogares del mencionado organismo sobre la que se apoyan sus estudios y estadísticas. A partir de ella se hace una proyección hacia toda la sociedad. Tomamos éste y los siguientes datos no porque le demos toda la confianza sino porque son los únicos que tenemos para poder plantear lo que queremos decir en este trabajo.

Por su parte, el Salario Mínimo Vital y Móvil alcanza, desde el 1° de octubre, la suma de $132.000,00.

La jubilación mínima, sin el bono de $37.000,00, llega a la suma de $87.000,00

El PIB de Argentina durante el año pasado fue de US$632.770 millones. Al segundo trimestre de este año, el PIB disminuyó un 2,1% con lo cual podríamos decir que hoy está en aproximadamente US$625.176,76 millones anuales. De ello se desprende que el PBI anual por persona es de US$13.647,54 que, convertidos a pesos al cambio de hoy equivalen a $4.988.176,00, o sea, $415.681 mensuales.

La distribución promedio del ingreso $87.310 y esta cifra representa el 21% del PIB por persona.

Hay que considerar que dentro de esta distribución están los dueños del capital, funcionarios de empresas y del Estado y todos quienes componen la clase burguesa. Además, el PIB refiere a los nuevos capitales anuales y no contempla los que se fueron acumulando previamente.

Si calculamos, por ejemplo y en forma un tanto arbitraria, que la parte más pudiente de esa clase burguesa, restándole a quienes son la pequeña burguesía, es de unos 5.000.000 de personas, quienes tienen ingresos muy superiores al ingreso promedio y luego restáramos ese monto imaginario del promedio por persona, la distribución del ingreso destinada a las masas laboriosas, desocupados y jubilados con sus familias, sería muy inferior a los $87.000 para cada uno, o sea, mucho menos de la jubilación mínima.

Pero PBI promedio no es salario. El salario es inferior ya que el PBI incluye la parte del nuevo capital, los salarios y la plusvalía que es la que se distribuye entre los burgueses.

Esto nos da la idea acabada que tanto las promesas de Massa hablando de un gobierno de Unidad Nacional y de defensa de las y los trabajadores es una farsa tan mentirosa como la de Milei Macri quienes nos hablan de la libertad.

La unidad cacareada por Massa es imposible con esos números que reflejan la explotación a la que somos sometidos por la burguesía. Y la libertad vociferada por Milei no es posible con el sometimiento de las mayorías al yugo de la minoría burguesa.

Además, ambos prometen reducir los gastos del Estado (déficit fiscal) apuntando a la educación, salud, ayuda a la población desocupada y excluida, jubilaciones, y otros gastos llamados “sociales”, y simultáneamente prometen incrementar los subsidios (fomento) a los capitales (rebajas y exenciones impositivas, préstamos a baja tasa, “ayudas” salariales a las empresas, y otros chiches con los que juegan gobiernos y burguesía).

Esta situación es la base material sobre la que padece nuestra vida proletaria y la perspectiva es la profundización de estas miserias que no son sólo económicas sino también políticas y sociales.

Nuestra perspectiva de cambio no pasa por el remplazo de gobernantes. Se trata de cambiar el funcionamiento de toda la sociedad y sustentarlo en el protagonismo y el poder de la clase proletaria que, en unidad con el resto de las y los oprimidos, construyamos un nuevo Estado socialista para beneficio de las mayorías laboriosas.

Para ello es necesario profundizar hoy las luchas que se van dando en cada empresa, barrio y centros educativos, ejerciendo la democracia directa, organizando la rebeldía y la acción, constituyendo agrupaciones obreras y también populares, contribuyendo al robustecimiento del partido revolucionario, herramienta política del proletariado, para darle un rumbo preciso a ese objetivo histórico a conseguir: el socialismo.

Transitando el camino revolucionario es como vamos a encontrar la libertad y la unidad nacional del proletariado y el pueblo oprimido. Ningún político burgués (Massa, Milei, Macri, Bullrich, Cristina, y muchos etc.), empresarios monopolistas, funcionarios y periodistas que conforman el coro de esa clase, pueden cumplir con lo que no está a su alcance concretar, pues la unidad y la libertad son obra activa de nuestra clase y no hay nada ni nadie que nos las puedan otorgar.

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