Partido, programa y revolución


Mundo unipolar, mundo bipolar… y hoy la resultante del fracaso del sistema capitalista es un mundo multipolar en donde se mezclan, producto de intereses enmarañados, la “biblia y el calefón”.  Se disputan mercados en un marco recesivo, inflacionario y una crisis de superproducción inédita. Se acrecientan las guerras interimperialistas.

Mientras tanto el Senado en nuestro país está debatiendo lo que en nuestro programa advertíamos con fundamentación científica y política para la etapa que se avecinaba. Hoy ya la tenemos encima.

Decíamos: “Los Estados Nacionales son una herramienta de los monopolios para dominar a los pueblos y aumentar sus beneficios mediante la asignación de subsidios directos, exención impositiva, sanción de leyes laborales, liberalización o cierre de la economía, manejo de aduanas y barreras comerciales, etc.”.

Transitamos una semana “picante”. Se esparcen como reguero de pólvora protestas que tienen un abanico muy amplio. Miles y miles de proletarios van haciendo sus primeras batallas y van conociendo al enemigo de clase en cada acto de rebeldía. La frase de nuestro programa se la intuye, se la vive, pero resta aún mucho para trabajarla en profundidad. Hacerla consciente.

Los tiempos están cambiando y las avanzadas proletarias que comienzan a tener expresiones de clase deben asimilar que el Estado burgués es una herramienta de dominación. Sus instituciones están obligadas a actuar como tal y la oligarquía financiera con su Senado “parlante” apruebe o no apruebe el paquete coincide en disciplinar a nuestra clase obrera y a nuestro pueblo oprimido.

Esta semanita no se la están llevando de arriba y todo reafirma nuestra idea de que el enfrentamiento de clase irá ascendiendo peldaño por peldaño.

Hoy la CGT preparó un paro dominguero, saben que algo tienen que hacer, la calentura de abajo es mayúscula. ¿Descomprimir? ¿amortiguar? son los mecanismos perversos que estas burocracias no se cansan de utilizar. El desgaste es grande, sus burocracias, hablamos de las viejas y de las nuevas (SUTNA) con sus metodologías a cuestas, fastidian, pero siguen siendo un paraguas para el trabajador, “el abrazo de oso”. Aún las organizaciones independientes de la clase se encuentran en un estado embrionario, es cierto, pero se acumula en ese sentido y aparecen referencias que aún no se ven, pero se sienten.

Mientras la clase dominante se pavonea con sus partidos políticos y Milei con el suyo, alardean con defensa/ataque a la casta, preparan un programa de 10 puntos para el 25 de mayo.

En la clase obrera con intereses antagónicos e irreconciliables con la burguesía monopolista nuestro Partido posee un programa elaborado con un carácter científico que advirtió este momento político con la frase antes mencionada.

La clase obrera necesita de ese programa elaborado, que se va enriqueciendo de la propia realidad de la lucha de clases. Pero es un programa que está y ha sido elaborado por nuestro partido político, programa que expresa los intereses de la clase amasado en décadas de concebir el antagonismo de las clases. (Ver Programa del PRT)

Los cambios profundos, llevar el actual estado de cosas hacia ese objetivo requiere de la incorporación de las avanzadas de lucha de nuestra clase y de nuestro pueblo oprimido, que con sus acciones actuales sumen a la lucha por el poder, se vaya ganando conciencia del para qué luchamos, del porqué de la acumulación en función de la lucha por el poder.

Sin un partido de la clase obrera el peso de las actuales instituciones del Estado seguirán llevando a un callejón sin salida el dolor reinante.

Hay que derrotar el plan de gobierno. Reafirmamos esa táctica y es en ese derrotero donde nuestro partido multiplica el esfuerzo para elevar el grado de conciencia y organización de todo este momento histórico.

Se necesitan muchas manos y las hay. Pero hay que dar batalla contra la desconfianza de construir un partido de clase en donde el populismo y el reformismo reinante tanto han dañado este concepto.

Es una desconfianza justificada, pero para las avanzadas que vienen experimentando nuevas necesidades políticas, negar la construcción del Partido de clase es hora, al menos, de cuestionarlo.

La clase obrera está dando batalla, el proletariado y el pueblo oprimido van por ese camino, son y serán los protagonistas de los cambios revolucionarios. Pero este concepto viene de un partido político de la clase, nuestro PRT se fue forjando por décadas en esta idea. Pero es parte de una elaboración y síntesis que se realizan en un Partido que maneja la ciencia proletaria, que elabora su táctica y su programa desde el concepto de la lucha de clases.

Esas manos que abundan, que actualmente están en la búsqueda política deben ayudar a romper con “la ideología de la desconfianza” impuesta por el poder y sumar para el cambio revolucionario.

No buscamos el voto para abultar nuestra fuerza. La fuerza está en la propia clase, en nuestro pueblo sufriente. Se trata de una táctica y de un programa que se elabora para avanzar hacia una revolución socialista que experimente el poder del pueblo movilizado y organizado para transformar nuestra sociedad.

Hoy todo el movimiento del pueblo va en ascenso. Se sabe lo que no se quiere, hay cansancio, pero se lucha, hay hostigamiento, pero se resiste. Hay que ponerle énfasis y mucha fuerza a la creación de fuerzas políticas independientes de todo tipo y en todo nivel que vayan ejerciendo su poder político desde lo más abajo que se pueda.

Confiar en esas fuerzas, paciencia en su construcción y especialmente en las avanzadas ponerse al hombro la construcción del Partido para que esas manos que se cuentan por decenas de miles apunten a la lucha por el poder.

 

 

 

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